Las fiestas de Agurain llegaron ayer a su fin. Siete intensas jornadas de jolgorio que han destacado por el buen ambiente. A la mayoría de los mortales les resultará difícil imaginar que haya personas capaces de pasarse 30 minutos arrastrando una mole de piedra de 750 kilos de peso con el único objetivo de completar la mayor distancia posible. Sin embargo, las hay. Y eso es algo que se pudo comprobar en el carrejo de San Jorge donde se disputó el campeonato de Araba de giza-proba, que consiste en mover una piedra pesada la mayor distancia posible en un determinado tiempo. El deportista utiliza un cinturón en el que va atada la cadena a la piedra. “Es imprescindible mantener firme la cintura y trabajar mayoritariamente con las piernas”, comenta un asistente. Después de varias tandas, Urpe se alzó con la txapela. Además de arrastre de piedra, el público animó a Ruth y Jaione durante su exhibición de alzada de fardos y, sobre todo, al joven aguraindarra Kimetz Alzola que demostró su valía en el corte de tronco con hacha.

En torno a la una del mediodía la atención de aguraindarras se concentró en la plaza de Santa María. Nadie quería perderse el espectáculo de Jeiki Dantza Taldea. “Hemos venido pronto para coger sitio, que luego se pone esto a tope”, comenta María Luisa, abuela de una de las dantzaris. En el momento en el que los txistularis entraron en la plaza, en el recinto no cabía un alfiler. Amigos, familiares y vecinos se volcaron con los datzaris: “ya tradicional en las fiestas de Agurain”, atestiguan los organizadores. “Una cita ineludible con la cultura vasca”, explican. Al ritmo de los txistus y el tambor fueron interpretando diversos temas y arrancando el aplauso del público.

Sin tiempo para reponer fuerzas, los blusas fueron reuniéndose en bares, txokos, calles y plazas. Y comenzó el tradicional poteo.

Una comida popular degustada en las olbeas de Santa María y bailables fueron los actos que precedieron al entierro de la sardina y a la traca fin de fiestas. Agurain despidió así los festejos patronales de octubre, que regresarán el año que viene para disfrute de aguraindarras.