la ausencia total de educación sexual en los centros educativos, la desigualdad estructural entre mujeres y hombres o la fuerte influencia de los sectores más conservadores de la sociedad han hecho que la información en torno al ciclo menstrual y la propia menstruación haya escaseado históricamente, incluso entre ellas. “La que nos dan todavía ahora es muy básica y está rodeada de mitos. Incluso dentro del mundo médico se sigue sin investigar lo suficiente y se han normalizado el dolor y la medicalización”, apunta en este sentido Iratxe Gil Alonso, psicóloga, sexóloga y educadora menstrual especializada en desaprendizaje.

Precisamente de desaprender trata la última iniciativa lanzada por esta gasteiztarra, que en los últimos años se ha valido del poder de las redes sociales para divulgar abundante información en torno a la sexualidad y la menstruación y, en definitiva, ayudar a muchas mujeres con inquietud y múltiples preguntas sobre estos temas: Un taller on line sobre autocoñocimiento, que tiene como objetivo fundamental “visibilizar las vulvas y las vaginas”, durante años “encerradas en una cueva de misterios y tabúes”, así como la menstruación, un proceso “desconocidísimo” como consecuencia de dicha desinformación. La formación puede recibirse también en euskera, lo cual supone un hito en el ámbito de la educación menstrual. Las personas interesadas pueden consultar toda la información sobre el taller y formalizar su inscripción en la página www.espaciodedesaprendizaje.es. La formación on line, que se adecúa al ritmo del alumnado, tiene un precio de 30 euros y está disponible desde el pasado 16 de septiembre. Siete mujeres han mostrado ya su interés por completarla.

“A mí me gustaría que se sintieran un poco como me he sentido yo cuando he conocido mi ciclo menstrual: no sintiéndome culpable por no saber manejar mis emociones o algunas situaciones. La sociedad está diseñada por hombres y para hombres, y de ahí surgen todos los desajustes que hay. Nos piden producir y producir, cuando durante la menstruación debe haber unos descansos y un autocuidado. Por eso, otro objetivo del taller es que aprendan a cuidarse”, resume Gil Alonso. La especialista se muestra también muy crítica con la industria farmacéutica, que a su juicio trata a la mujer, y concretamente a su cuerpo, como “un negocio”. “El cuerpo de la mujer es considerado de segunda y cuando le pasa algo, se le medica”, censura.

La sexóloga comenzó hace un tiempo a impartir este taller de manera presencial, al que posteriormente se sumaron otros como el de desprincesamiento, y a raíz de la buena respuesta que encontró se planteó primero saltar a las redes sociales y, posteriormente, a la web. “Mucha gente de fuera me preguntaba si sería posible hacer los talleres on line, así que he empezado a virtualizarlos, empezado por el de autocoñocimiento. Fue también el primero que hice, así que ha sido un poco volver a los orígenes”, explica Gil Alonso.

En adelante, aspira a construir una verdadera escuela on line, más interactiva, donde el intercambio de información y experiencias sea aún más directo. Aparte, la sexóloga también ofrece acompañamientos sobre terapia y educación menstrual, terapia sexual, educación de los sexos y afectiva y terapia de pareja. Su próximo taller presencial, que estará centrado en el autocoñocimiento y la salud menstrual, se celebrará este lunes 14 en el centro de terapias alternativas Kuida, en Gasteiz.

resistencias Gil Alonso reconoce que la educación sexual sigue generando “resistencias”, y pone como ejemplo la surrealista situación generada en los últimos meses en la vecina Navarra con el programa Skolae: impulsado por el Gobierno foral y premiado por la Unesco, pero al mismo tiempo juzgado en los tribunales tras la denuncia de varias familias. “Hay gente que hace muy bien su trabajo, pero la religión sigue pesando mucho. Y no hablar sobre esto con naturalidad sigue generando más tabúes, más miedos y más inseguridades”, apunta la sexóloga. Las resistencias también son habituales en su entorno más cercano, incluso entre quienes se acercan a ella, pero Gil Alonso celebra también que la accesibilidad de Internet y las redes “ha comenzado a facilitar un poco las cosas”. “Aunque hay gente que piensa que esto no es necesario y que hay que vivirlo en la intimidad de las casas”, lamenta.

La sexóloga gasteiztarra resume el objetivo de esta formación, una respuesta al desconocimiento que existe incluso entre las mujeres.