vitoria - El acto de comer, en general, proporciona placer y bienestar. Por este motivo “con la comida podemos experimentar cierta calma ante los estados de ansiedad, aunque esta es efímera”. Según la nutricionista Leila Pérez Venturino, no disponer de las herramientas necesarias para gestionar esta emoción puede desembocar en que “estemos constantemente picoteando”. Argumenta que es importante distinguir entre si la ansiedad por comer es algo pasajero, que ocurre en momentos de cambio, épocas de exámenes, etc. o si es algo recurrente. En este caso, “comer por ansiedad puede conducir a diferentes problemas de salud, como trastornos de la conducta alimentaria, exceso de peso u otras patologías”, afirma. Por ello, la doctora aconseja aprender a gestionar y canalizar la ansiedad sin tener que recurrir a la comida. Y ,si no, recurrir a una alimentación saludable rica en vitamina C. Valen alimentos como el té verde y chocolate negro; el plátano y los huevos para controlar esos estados de ansiedad. También los ricos en vitamina E, como los frutos secos; en omega 3, como los pescados azules.

Además, la nutricionista asegura que tener en cuenta unas determinadas pautas puede servir de gran ayuda para no caer en la tentación. Por ejemplo: tener en la nevera y en la despensa comida saludable; comer a intervalos regulares evitando que pasen muchas horas entre las comidas; prestar atención mientras comes evitando distracciones y comiendo despacio; tener alimentos que impliquen masticar y aporten poca energía, como zanahorias y encurtidos en vinagre. Y buscar otras actividades placenteras. - DNA