dulantzi - Las fiestas de Dulantzi avanzan a buen ritmo y pese al paso de las horas las ganas de diversión no decaen. Los vecinos, sobre todo los más txikis, demostraron que saben disfrutar y agarraron la fiesta por los cuernos. Si el sábado fueron los blusas veteranos y los jubilados los protagonistas indiscutibles de las fiestas, ayer la jornada tuvo como principales artífices a los más pequeños, sobre todo a primera hora de la mañana.
Mientras algunos apuraban las horas en la cama y los más trasnochadores se resistían a dar por concluida la juerga, los más pequeños de la localidad se acercaban hasta el parque Solandia para torear la fiesta, al tiempo que por los alrededores se disputaba la prueba ciclista de cadetes organizada por el club ciclista Virgen de Aiala.
La plancha del lugar de juegos se convirtió por unos minutos en una improvisada plaza de toros donde los más pequeños demostraron su agilidad y destreza frente a los toros hinchables. Mientras los miembros de Torofest preparaban todo, los más pequeños esperaban impacientes el inicio del espectáculo guardando un riguroso orden frente a la puerta del coso taurino.
Niños y niñas no dudaron en lanzarse a la arena para preparar el calentamiento previo al encierro. Saltos, movimientos de brazos, giros de cuello y sentadillas precedieron a la recogida de periódicos. Después imploraron protección a San Fermín, presente en una urna, con los tres cánticos de rigor. En el justo momento de finalizar la última estrofa dos bravas reses hinchables, más grandes que en ediciones anteriores, hicieron su presencia en el parque y los más txikis enfilaron la cuesta para dirigirse hasta la calle Mayor.
La presencia de las reses puso en aprieto a más de uno. Algunos supieron capear las embestidas con valentía, aunque hubo quien dio con sus huesos en el suelo. Carrera calle arriba y calle abajo los toros y los txikis participaron con emoción en un encierro en el que hubo cogidas y bonitas carreras. Las reses regresaron al toril y la plaza de toros hinchables acogió la particular sesión de vaquillas con un toro de cartón piedra al que los pequeños trataron de recortar, esquivar y torear bajo un tórrido sol. Los pequeños recibieron las ovaciones de los presentes y aplausos del público.
música Para esa hora del mediodía las calles de la localidad se fueron animando poco a poco. Blusas txikis y jóvenes se entremezclaban con los mayores, que salían ya de la misa mayor en la iglesia de San Blas para honrar a la Virgen de Aiala, patrona de la localidad. Mientras los más pequeños lidiaban su particular corrida festiva, los amantes de los corridos mejicanos, los valses, la música latinoamericana y la buena música en general se congregaron en la plaza de la localidad para disfrutar de la actuación de Puro Relajo. Desde la primera canción un entregado público bailó y coreó los cánticos del grupo de Aibar formado por David García (bajo y voz), Eneko Irigoien (trompeta) y Txuma Gallués (acordeón y voz), Iosu Burguete (trompeta) y Jorge García (guitarra y voz).
Madrugadores y gaupaseros recorrían las calles del Casco Viejo para realizar el tradicional poteo antes de reponer fuerzas para una tarde en la que la música de la música, las vaquillas y la obligada visita a las barracas fueron las protagonistas El espectáculo de Sín-copa congregó un buen número de personas a la espera del inicio del toro de fuego. Luego, los fuegos artificiales dejaron a más de uno con la boca abierta.
deporte rural La tranquilidad fue la nota dominante durante la mayor parte de la tarde a la espera de la celebración del día de la Romería de Aiala, especialmente dedicada a los más pequeños, ya que, en las inmediaciones de la ermita románica del siglo XIII, podrán saltar en el hinchable, aunque la cata de zurracapote con pintxo y los campeonatos de mus y tute animarán a los mayores a sumergirse en la fiesta. El deporte rural familiar también tendrá cabida en la jornada más familiar de las fiestas.
Los asistentes podrán reponer fuerzas para bailar con el grupo ciclón con la chocolatada popular que servirán las chicas de Zatorrak. La localidad alavesa descansará hasta que se retomen los festejos el viernes para la octava de fiestas.