vitoria - La intención del área municipal de Hacienda de acercar lo que pagan los ciudadanos al coste real de los servicios que disfrutan, se plasmó ayer con la presentación del proyecto de ordenanzas fiscales para el ejercicio 2020. El gabinete Urtaran plantea para el primer año de su segunda legislatura un incremento del 1% en las tasas públicas e impuestos como el de bienes inmuebles (IBI), actividades económicas (IAE), vehículos y Plusvalía, entre otros. Esa política de incremento gravará con un 4% más a otros nueve tributos y tasas populares como son la recogida de basuras, el pago por estacionamiento en el centro (OTA), el carné de abonado a las instalaciones municipales, los recurrentes cursillos de actividades en los centros cívicos o la tasas de vados y recogida y eliminación de residuos, entre otros afectados. Estos porcentajes aplicados al día a día cotidiano de las familias gasteiztarras van a suponer que el próximo año tengan que desembolsar un promedio de 15,56 euros más con la subida ayer planteada y que precisa ahora del consenso con alguna otra formación presente en el Consistorio.

Le correspondió al nuevo encargado municipal de los tributos, Iñaki Gurtubai, desvelar las intenciones del equipo de gobierno en el primer gran asunto de calado económico que deben superar como son las ordenanzas fiscales. Se aferró a una cuestión estadística como la “actualización al Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual” a la hora de justificar la subida del 1% para ese primer capítulo de cuatro impuestos locales, 22 tasas y 14 precios públicos. Para justificar ese mayor incremento del 4%, se escudó en la consabida recomendación del interventor general en cada uno de sus informes de lograr un “mayor ahorro neto con una subida leve de los ingresos corrientes, que permitan afrontar los gastos corrientes del Ayuntamiento”, remarcó el jeltzale.

Con esta decisión de incrementar para 2020 los ingresos obtenidos a través de las tasas e impuestos, los primeros cálculos de subida en la recaudación se centran “en torno a 1,8 millones de euros”, apuntó Gurtubai. Se trata de una cantidad de escasa relevancia, 0,47%, dentro del montante total del Presupuesto 2020 que pretende aprobar la institución municipal para el año venidero. En un pequeño esbozo del documento económico más importante cada año para la ciudad, deslizó Gurtubai que el global de las cuentas se cifrará en los 380 millones de euros.

Quiso ofrecer ejemplos ilustrativos el responsable de Hacienda de lo que puede supone la aprobación de este capítulo de las ordenanzas. Tomó como referencia una familia tipo, compuesta por cuatro personas y con residencia en una vivienda de Ariznabarra de menos de 120 metros cuadrados. El IBI a abonar el año que viene con la nueva subida ascenderá a 378,55 euros, frente a los 375,03 pagados en el presente ejercicio. En lo referido a basuras, donde la subida llega al 4%, la nueva tasa se va a situar en los 59,59 euros del nuevo recibo, en comparación como los 57,29 pagados el pasado mes de junio. En los carnés de abonado a las instalaciones municipales, con el supuesto de que los cuatro tengan esa condición, y con dos menores de edad, serán 8,40 euros más a abonar entre todos ellos. El global del recibo pasará a ser de 215,68 euros, frente a los 207,28 pagados en el año en curso. Sintetizó de esta manera un planteamiento en el que se pretende “actualizar los precios de los servicios para no perder recaudación pública”, admitió Gurtubai.

UN ACUERDO NECESARIO El planteamiento del equipo de gobierno (PNV-PSE) debe adentrarse ahora en una etapa de negociación en busca del consenso con “una o más fuerzas políticas”, deseó Gurtubai, que hagan posible su entrada en vigor el próximo 1 de enero del nuevo año.

La puesta de largo de este borrador de ordenanzas contó con la presencia del alcalde, Gorka Urtaran, que respaldó y apoyó todo lo dicho por su responsable de Hacienda. Como se ha venido esforzando en destacar desde su toma de posesión, dejó sobre la mesa su oferta al diálogo con el resto de partidos del arco político local. A pesar de haber puesto en marcha un “gobierno reforzado en las urnas” por los resultados de jeltzales y socialistas, admitió esa falta de una mayoría en el Pleno. “Nuestra mano está tendida para el diálogo que sea posible alcanzar un pacto en las ordenanzas fiscales del año que viene y sea la antesala al acuerdo presupuestario”, suspiró.