VITORIA - El trabajo que desempeña durante todo el año la Ertzaintza, en conjunto con la Policía Local de Vitoria, y la mayor concienciación de los gasteiztarras para disminuir los robos en domicilios está dando sus frutos. En lo que va de año los robos en domicilios han descendido un 18%, en comparación con el año anterior. Concretamente, desde el 1 de enero hasta el 15 de agosto de 2018, los amigos de lo ajeno robaron en un total de 207 viviendas en Vitoria y, en lo que va de año han bajado a 170 robos.
Según los datos que maneja la Er-tzaintza, y a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, durante los ocho meses que va de año, la Policía vasca ha procedido a la detención de 15 personas acusados de estos robos. Nueve de ellas de origen georgiano. Tantas detenciones en relación a esta nacionalidad no son casuales. Según asegura a este periódico el jefe de Investigación de la Ertzaintza de Vitoria, las células georgianas están barriendo la ciudad y lo hacen como auténticos “profesionales”. “Hay una mafia georgiana que manda a grupitos por todo el Estado español y, aquí en Vitoria, también nos toca”. En esta línea, el policía asegura que esta mafia llega a la ciudad a hacer su trabajo y una vez cumplido, se marchan. “Es una banda que nos preocupa enormemente”, asegura.
El modus operandi de los georgianos es totalmente diferente a las que se han visto hasta ahora: trabajan de noche, sin meter ruido, sin romper el bombín y sin violencia. En apenas dos minutos, según explica el jefe de Investigación, son capaces de abrir una puerta, aún estando cerrada con llave, y entrar dentro de la vivienda. Suelen hacerlo mediante el método bumping (golpean una llave maestra hasta nivelar los bulones) pero también emplean otras técnicas “habilidosas”.
Pocos minutos “Utilizan otros dos métodos; el de saturación (meten a la cerradura unos plásticos muy finitos e igualan los bulones) o, si no, también consiguen abrir las puertas con ganzúas”. En cualquier caso, y según este ertzaina, ninguno de estos tres métodos es “ruidoso” ni “llamativo” ante los ojos del vecino. “Dominan mucho la técnica de la habilidad. Además, antes de entrar a robar ponen unos marcadores en las puertas”. Los marcadores pueden ser de tres tipos diferentes: un plástico, un hilo pegado en la puerta y el bordillo o un canutillo de papel en la cerradura. “Una vez que pasan 24-48 horas, la banda vuelve a esos pisos de madrugada y si estos marcadores siguen ahí interpretan que no hay nadie dentro”. En cambio, si la puerta se hubiera abierto en ese intervalo de tiempo, el plástico, el hilo o el canutillo hubieran desaparecido o se hubieran roto. “Pedimos que la gente esté muy alerta con estos marcadores y si ven uno, aunque sea en el suelo, que no lo toquen y llamen inmediatamente al 112”, advierte. “Si han colocado esas pruebas en las puertas, significa que los ladrones tienen que volver. Y si la ciudadanía nos avisa nosotros haremos guardia para ver quién entra al portal”, reitera.
Una vez que los ladrones consiguen entrar a la vivienda, el robo se comete en pocos minutos. ¿Su objetivo? Joyas, dinero y objetos pequeños. “Las joyas casi todo el mundo las tiene en la habitación, en la esquina, y el dinero los ladrones lo buscan revolviendo armarios, ropa, colchones...”. Son tan “rápidos” y “habilidosos” en su trabajo que la Ertzaintza cree que están formados. “La banda de los georgianos se forma, de hecho creemos que alguno de ellos es cerrajero porque dominan todas las llaves del mercado perfectamente”, matiza.
COLABORACIÓN Frenarles es una ardua tarea, pero “entre todos es posible”. En esta misma línea, el ertzaina también asegura que la ciudadanía desconfíe de cualquier desconocido que entre a su portal y llamen al 112 incluso para hechos como este. “Ninguna llamada es absurda”, matiza. “Si estás en casa y oyes algún ruido raro en el portal o ves algo raro, llama. No pasa nada por que luego no sea nada, como mucho si vemos a alguien en el portal comprobaremos a qué piso va y si el propietario de ese piso le reconoce y listo. Pero si resulta que no le reconoce y nos miente podremos identificarle y frenar más robos”, hace hincapié. “Gracias a la colaboración ciudadana hemos frenado robos y entre todos podemos hacer la ciudad más segura”, reitera.
Y si pese a las recomendaciones usted no ha visto el marcado en su puerta, ni ha visto a nadie desconocido, pero cuando abre la puerta de su vivienda se encuentra con un hogar revuelto deténgase y salga de ahí lo antes posible. “No hay que tocar nada, ni entrar tampoco, hay que salir y llamar al 112, porque procederemos a la inspección ocular y recogeremos cualquier prueba que esté contaminada”, concluye el jefe de Investigación.