Samaniego ? El Palacio de Samaniego, o la casa del cura de Samaniego, se convertirá próximamente en un hotel de alta gama, gracias a las obras que está realizando la empresa constructora Evalarra tras la compra del edificio por parte de la familia Rothschild a la Diputación Foral de Álava. Aunque el hermetismo de la familia propietaria es total, si se ha podido saber, según la constructora, que se trabaja en la “rehabilitación” del Palacio de Samaniego para su conversión en un hotel.
Se trata de un edificio histórico que data, según la ficha catastral, del siglo XIII. Fue objeto de una reconstrucción estructural en torno a 1983 con la que el edificio quedó en buen estado de conservación. El plan histórico de Samaniego lo clasifica en sus fichas en el grupo de edificios de carácter histórico. En esta actuación se pretende hacer una restauración conservadora, modificando su distribución interior en su totalidad y adaptándolo a las nuevas exigencias demandadas para su nuevo uso como hotel.
Hasta ahí lo que se podría calificar como información oficial. Lo que también parece saberse de este edificio es la cifra de la compra realizada por los inversores, 806.000 euros, y que la inversión en su rehabilitación será de unos 4,5 millones de euros. De momento, y desde hace unas semanas, el palacio está cercado por una valla y se trabaja intensamente en las obras encargadas.
cronología El palacio se encontraba en muy mal estado a mediados de la década de los noventa, cuando la Diputación Foral de Álava, junto al Ayuntamiento de Samaniego, apoyados por la asociación de desarrollo rural de Rioja Alavesa, impulsaron la rehabilitación del abandonado palacete, para explotación hotelera y para contribuir a la diversificación económica de la comarca mediante la creación de nuevas iniciativas de desarrollo.
Posteriormente hubo que esperar hasta el 11 de marzo de 2008 a que la Diputación adjudicase a la empresa Sakaromices el concurso público para “la gestión y explotación hostelera del inmueble , inventariado con el número 138 en el inventario de bienes inmuebles urbanos de la Diputación Foral de Álava. Esta adjudicación se realizó de conformidad con el pliego de condiciones económicas y administrativas que rigió dicho contrato, por un plazo de diez años, prorrogables por otros cinco, y por un precio anual de adjudicación de 12.000 euros, IVA no incluido.
En noviembre de 2014 el Ayuntamiento trasladó su malestar a la institución foral, por lo que consideraba un mal funcionamiento del hotel que repercutía en la vida del municipio. El consistorio denunció que durante 2014 la apertura al público del Hotel Palacio de Samaniego no se había ajustado a lo dispuesto en el contrato, puesto que había cerrado el hotel por un espacio aproximado de tres meses, en el período que va de diciembre de 2013 a marzo de 2014.
Después de este cierre tuvo una temporada que sólo estuvo abierto cuando lo consideraba conveniente el arrendatario, y posteriormente, sin comunicarlo al Ayuntamiento, estuvo cerrado cediéndose la gestión y explotación del hotel a otra empresa, con el perjuicio consiguiente para el municipio que se vio privado del servicio del hotel y restaurante, mientras los posibles clientes se tenían que desplazar a otras localidades, lo que conllevaba también un desprestigio del hotel.
Para salir de esa dinámica, ese mismo año 2014, el entonces juntero Ramiro González, en nombre del grupo del PNV, solicitó la mediación de las Juntas Generales de Álava para poder licitar de nuevo la gestión hotelera, tras esperar varios meses a que sus gestores reactivaran los alojamientos, y sin que su propietario, la Diputación Foral de Álava, hubiera reaccionado a la petición de la corporación municipal.
González recordaba en su petición que en los últimos años de la década de los noventa, la Diputación, junto al Ayuntamiento de Samaniego y la asociación de desarrollo rural de Rioja Alavesa, impulsaron la rehabilitación del abandonado Palacio Samaniego para explotación hotelera.
Sin embargo, el juntero denunciaba que a finales de 2013 “el hotel cerró sus puertas, generando frustración en el municipio de Samaniego; los antiguos gestores han abandonado la gestión del establecimiento, mediante la venta de la empresa concesionaria a un nuevo propietario, que lejos de impulsar la actividad hotelera abierta al público, usa dicho edificio para su único servicio, y permanece cerrado al público en general”. Desde entonces el hotel y el restaurante fueron abriendo sus puertas periódicamente, aunque ya entonces la Diputación tenía claro que la propiedad tenía fecha de caducidad.
Y es que, “aunque el contrato debería finalizar en abril de 2018, se adelanta al 1 de diciembre de 2017 para ofrecer la posibilidad de los nuevos gestores de realizar reformas u obras, si fuera necesario, antes de la temporada de verano. Todo ello con previo acuerdo de la empresa gestora”, según anunció la institución alavesa, que añadía que después de ese plazo, “cuando finalice el contrato de alquiler, la Diputación sacará el inmueble a la venta mediante subasta pública”.
806.000 euros De esta manera, el enorme palacio se vendió a la familia Rothschild por 806.000 euros. Como es conocido, la familia de Benjamín Rothschild tiene una bodega en Samaniego conjuntamente con la bodega Vega Sicilia, aunque esta segunda no tiene nada que ver con la operación de la venta del Palacio de Samaniego, según portavoces de la bodega de Ribera de Duero. l