elvillar - Jóvenes y mayores de Elvillar volvieron a bordar la noche del pasado miércoles, un 14 de agosto más, el aquelarre de brujas, poco antes de que a las doce de la noche la Bruja descendiera desde la torre de la parroquia para dar comienzo a las fiestas de la Asunción y San Roque. En esta edición, los propios jóvenes de Elvillar habían decidido realizar cambios en el libreto y realizar un espectáculo más vistoso y colorido que el ya repetido juicio de la Inquisición, que acabó con un buen número de supuestas brujas en la hoguera.
En esta ocasión los propios jóvenes decidieron mostrar diversas coreografías realizadas por las brujas, alguna con el macho cabrío, que encantaron al numeroso público que se había congregado en la remozada plaza de Elvillar.
La representación comenzó, como siempre, con grupos de mujeres y niñas sentadas en la gran explanada, que sirvió de decorado para que el historiador local, Justino Gainzarain, leyera un elogio al vino de la zona y a sus orígenes, y tras abandonar la plaza, ésta se llenó de brujas para realizar los bailes que habían diseñado para la ocasión y entre los que no faltó el txulalai, al que se sumaron numerosas personas de entre el público.
Este aquelarre, que antes se celebraba delante del dolmen de La Hechicera y desde hace unos años en la plaza, para evitar desplazamientos a los mayores del pueblo, comenzaba siempre con un repaso a la historia de ese acontecimiento recordando el nacimiento de la bruja Salustiana y la represión de la Inquisición. Tras la descripción narrada, los propios vecinos, de todas las edades, llevaban a cabo la representación en la que se recordaba el nacimiento de Salustiana, el juicio al que se sometió a cinco presuntas brujas por parte de la Inquisición en 1610, en Logroño, las protestas del pueblo y la concentración y fiesta de brujas llegadas desde otros muchos lugares.
En la evocación intervenía buena parte del vecindario: niños pequeños que juegan a saltar a la comba y los bolos, otros que permanecen sentados, señoras al abrigo de la lumbre del brasero o cocinando? es decir, haciendo las tareas cotidianas de cualquier pueblo, hasta que llegan los enviados por la Inquisición para acusar a cinco vecinas de practicar la brujería para quemarlas en la hoguera, algo que sucedió realmente a través del tribunal inquisitorial constituido en Logroño. Este año, tras las danzas y el buen sabor de boca lo que llegó a continuación fue la Bruja desde la torre abriendo un fin de semana lleno de fiesta y convivencia.