amurrio - Tras los excesos de la primera jornada festiva, Amurrio amaneció ayer con el síndrome del Iguarrako y buena parte de la población invirtió la mañana en dar un merecido descanso al cuerpo. Sin embargo, otros muchos -obligados por el compromiso adquirido con el programa o con responsabilidades familiares que no perdonan- no tuvieron más remedio que salir desde primeras horas de la mañana dispuestos a aprovechar las actividades del día dedicado a los txikis.
La dirección a tomar, visto el esplendor del cielo azul, estaba clara: el parque Juan Urrutia, donde les esperaba un auténtico paraíso del brinco y la voltereta, en forma de siete gigantescos castillos hinchables entre los que, sin duda, triunfaron el del salto de vallas, el futbolín humano y un rocódromo para la escalada. También hubo una zona recreativa con juegos de madera gigantes y talleres de maquillaje, así como una ludoteca al aire libre para los niños y niñas de menor edad, claramente separada del resto, para mayor tranquilidad de aitas y amas.
Fue ver aparecer a la cuadrilla de cabezudos locales, es decir, payaso, diablo, china, señora, municipal, pareja de aldeanos y bruja, y lo que para los más creciditos suponía diversión asegurada, para los más txikis fue causa de disgusto, por no decir pavor, y de poner pies en polvorosa buscando refugio en los brazos de algún familiar adulto.
menores rusos y saharauis Por allí andaban también disfrutando de la jornada los dieciocho menores rusos, bielorrusos y saharauis de entre 7 y 14 años que están pasando el verano en el municipio con familias de acogida, y que a eso de las 10.30 horas tuvieron un recibimiento oficial por parte de los responsables municipales en el salón de plenos, donde les obsequiaron con una camiseta y el lujo de asomarse a la balconada a acariciar a Iguarrako.
La mascota festiva estuvo ajetreada recogiendo los chupetes de los bebés del lugar para llevárselos de recuerdo a su guarida en su despedida de la medianoche del sábado. Tras la diversión -que culminó con una fiesta de la espuma- había que reponer fuerzas, y para ello los txikis se dirigieron a la plaza San Antón, donde les esperaba la comida popular a base de paella, refrescos y helados. Un ágape para 550 bocas que, por segundo año, llegó de catering y no de la mano del grupo de voluntarios de la gastronomía local; aunque la asociación de mujeres Aurreraka y el grupo scout sí volvieron a tomar parte en un reparto para el que, como ya es tradición, se impuso el orden en la fila.
Y es que los peques de Amurrio ya saben que, si no quieren quedarse sin postre, deben esperar dos tandas. En la primera, cada menor recibe una bolsa con los cubiertos, pan y refresco y un enorme plato de arroz que, tras ser engullido, debe depositarse en la bolsa antes de pasar a recoger el helado tras introducir los desperdicios en un contenedor de basura.
divertirse aprendiendo La experiencia se puso en práctica hace ya más de una década y resulta muy positiva para concienciar a los txikis de la necesidad de reciclar los residuos y, de paso, ahorrar trabajo extra a las brigadas de limpieza, ya que la iniciativa evita que el recinto que alberga la paellada quede invadido de una nube de platos. Tras la comilona, el colectivo infantil siguió disfrutando de su día grande con una ginkana en la que tuvieron que hacer frente a once pruebas, tales como carreras de sacos, salto entre aros o recogida de mazorcas; así como con una verbena familiar, a cargo de Partyman Jones.
Por su parte, la juventud mayor de 11 años pudo disfrutar en la plaza San Antón de talleres de hip-hop y de popping. La chavalería volverá a tener hoy, día de las cuadrillas, de 11.00 a 14.00 horas y en el parque si no llueve, una segunda apertura del parque infantil. Asimismo, el viernes, los menores de entre 4 y 10 años tienen una cita con el cursillo de iniciación al tenis que les ha organizado el club local de Tenis (17.30 horas) y los menores de 16 años, con el novedoso certamen de playback y coreografías que ha lanzado el Ayuntamiento (19.00 horas).
Ambas citas se desarrollarán en la plaza de San Antón donde, a partir de las 19.00 horas del sábado, el colectivo de entre 2 y 12 años podrá disfrutar de la obra de teatro Kalean otso, etxean uso, de la compañía Patata Tropikala. Un evento enmarcado en la campaña municipal por unas fiestas no sexistas. De igual forma, a lo largo de todas las fiestas y en el patio del Colegio Lucas Rey, les esperan un sinfín de atracciones feriales.