Vitoria - El 9 de agosto suele ser en Gasteiz el de las caras largas entre la pena que da el último día oficial de fiestas y por todas las noches acumuladas de jarana. Ayer esto mismo es lo que les pasaba a Maite y Esti, neskas de Basatiak, que recordaban cómo la víspera habían estado con la txaranga por el centro. “Yo me fui a las cuatro de la casa a casa”, recordaba Esti, novata en Basatiak. “Pues yo a la una”, decía Maite, que lleva tres en esta cuadrilla. Pese a ello, ambas ya estaban con los trajes desde las 8.30 horas “pelando patatas” en la Plaza Nueva para la degustación solidaria, en la que colaboraba DNA. “El último día lo cogeremos con ganas porque esto va en proceso, a medida que pasan las horas, y con pena también”, matizaban.
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