vitoria - La cosecha de cereal de este año en Álava ha resultado histórica, al superar por primera vez las 300.000 toneladas con el 90% del cereal recolectado. La producción ha sido muy regular en todo el territorio, tanto en trigo como en cebada o avena, y los rendimientos medios se sitúan en 7.000 kilos por hectárea en trigo y cebada, y los 6.000 kilos por hectárea en avena. En las fincas con mejores resultados, los rendimientos han superado los 10.000 kilos por hectárea, algo que resulta “extremadamente sorprendente en nuestro entorno”, según informó ayer la federación de cooperativas de Euskadi-Erkide en un comunicado. Este dato de los diez mil kilos por hectárea en pocas ocasiones de suele alcanzar cuando se recoge el grano y es un claro indicio del perfecto desarrollo del año en todas sus estaciones para llegar al momento óptimo de la recolecta con los campos de cereal a pleno rendimiento.
En trigo se cogerán 166.000 toneladas, mientras que en cebada se recolectarán 96.000 toneladas; y en avena, 36.000. Desde el punto de vista de la calidad, también es una cosecha “excelente, con muy buenos pesos específicos, proteína y humedad en trigo, así como gran aptitud maltera en la cebada”, desglosó la nota a la hora de valorar las virtudes de lo cosechado. El 50% de la cebada recogida se destinará a malta. Desde Erkide se recordó cómo la cebada vasca representa más del 10% de la producción de cebada maltera del Estado. El mercado de la malta es una de las grandes salidas de esta elevada producción y se contribuye con ello a la producción de cerveza por parte de las diferentes marcas.
Las razones de la buena cosecha hay que buscarlas en dos variables inseparables. Por un lado, en una pluviometría adecuada, tanto en cantidad como en su momento adecuado. Por otro lado, en el tándem agricultor profesional junto con el asesoramiento durante toda la campaña de los técnicos de campo de las cooperativas.
Es precisamente esta última variable donde la evolución de la agricultura cerealista ha avanzado exponencialmente en los últimos años. La formación y mecanización del agricultor junto con los servicios de asesoramiento de las cooperativas durante todo el ciclo vegetativo del cereal, desde la semilla a la recolección, incluyendo el asesoramiento en la preparación de las tierras, abonado, tratamiento de enfermedades y malas hierbas, recolección, etc. han contribuido a la situación actual. A la excelente productividad y calidad del cereal de este año hay que añadir un buen precio, que contribuirá a mejorar la ya buena rentabilidad y solvencia de los agricultores y las cooperativas.
Estos datos de cosecha histórica en el campo alavés contrastan con los de otras regiones en los que los registros han estado cerca los mínimos. En lugares de Castilla León la falta de regularidad en las lluvias ha propiciado que no se haya llegado ni tan siquiera a los 1.500 kilogramos por hectárea. Lugares como la conocida Tierra de Campos han sido alguno de estos puntos donde la producción de cereal se ha quedado en umbrales muy pequeños.
Con la cosecha casi finalizada, llega ahora el tiempo de empezar a preparar el terreno para la siembra y siguiente cosecha de 2020. - DNA