Hace algo menos de un año, Rubén Zulueta y José Ignacio Fernández se reunieron con sus respectivas parejas, con su colega Miguel Ángel Guede y con otros amigos en Burgos tras completar este último grupo tres etapas del Camino de Santiago. Rubén y José Ignacio padecen distrofia muscular, una enfermedad degenerativa rara del sistema neurológico y muscular que deja como secuela más importante una limitación severa de la movilidad, pero este hecho no fue excusa para que el primero le plantease a su amigo, medio en serio medio en broma, un reto: “¿Y nosotros, para cuándo?”.

Lo que en un principio parecía una propuesta de sobremesa sin mucho recorrido fue el germen de un proyecto que ya es toda una realidad tras fraguarse, poco a poco y con muchísimo trabajo a sus espaldas, a lo largo de los últimos meses. Rubén, José Antonio y Miguel Ángel, a quienes acompañará al volante de una furgoneta su también amigo Antonio González, completarán a partir de este próximo jueves el Camino de Santiago en silla de ruedas eléctrica durante una travesía inédita de 790 kilómetros que, a priori, constará de 15 etapas.

Su aventura, bautizada como CaMinus, servirá para dar visibilidad a enfermedades minoritarias como la que Rubén y José Ignacio padecen, infundir optimismo a quienes deseen realizar el Camino de Santiago y elaborar una guía en la que las personas con diversidad funcional podrán saber todos los secretos que esconde esta ruta, desde sus caminos más preparados hasta los albergues que mejor pueden dar respuesta a sus necesidades, para poder completarla sin problemas. Este trabajo se convertirá en aplicación móvil y estará disponible a partir de septiembre de forma totalmente gratuita en Play store. La aventura cuenta también con una vertiente solidaria, ya que CaMinus va de la mano de la fundación Isabel Gemio para la investigación de las distrofias musculares y otras enfermedades minoritarias y el dinero que sus impulsores recauden y no empleen en su travesía irá a parar a esta organización. “Sobre todo, queremos abrir camino para todos los que vengan detrás y quieran hacer esta ruta”, expone Rubén. “Tenemos una presión añadida porque hay mucha gente pendiente de nosotros”, reconoce, por su parte, Miguel Ángel.

Resta menos de una semana para que el grupo se ponga en marcha y los nervios ya se dibujan en los rostros de sus integrantes. No es para menos. “Yo estoy súper ilusionado, porque es la aventura de nuestras vidas. Tengo ganas de que empiece ya”, reconoce José Ignacio, natural de Arrigorriaga y el único vizcaíno entre alaveses. El pequeño pelotón partirá desde la localidad navarra de Roncesvalles y realizará su parada más cercana a Gasteiz el próximo domingo 28, en la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada, donde se encontraran con sus familiares, allegados y amigos.

preparación previa Cada etapa, cuya preparación tiene ya un importante trabajo previo, contará con un recorrido medio de alrededor de 50 kilómetros. “Hemos llamado a todos los albergues de la ruta para saber si son accesibles y adaptados”, explica Miguel Ángel. Otro ejemplo: Para salvar el puerto de Erro, un alto “totalmente desaconsejable” para esta expedición, el grupo contará con la ayuda y la escolta de un grupo de moteros de Gasteiz que se han prestado a colaborar en la iniciativa. Ya en ruta, Antonio seguirá muy de cerca al grupo en la furgoneta, que estará dotada de todo tipo de repuestos por si surgen problemas. “Sabíamos que él iba a ser nuestro chófer incluso antes que nosotros”, bromea José Ignacio. “Yo voy con ellos al fin del mundo”, contesta su colega, que avanza otro de los grandes atractivos de esta travesía.

“Se va a poder seguir todo día a día, casi en directo, en nuestras redes sociales”, apunta. CaMinus cuenta con un perfil en Facebook -con este mismo nombre- donde pueden conocerse todas las iniciativas paralelas que este proyecto está llevando a cabo y, cuando la ruta eche a andar, ver los vídeos de cada etapa, que estarán a su vez colgados en YouTube. La aventura, si todo marcha bien, concluirá en la icónica plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela el martes, 13 de agosto.

El Camino de Santiago es uno de los atractivos con mayor proyección internacional de todos los que ofrece el Estado español. Bastan unas pocas cifras para comprobarlo, como los más de 300.000 peregrinos que completaron la ruta a lo largo de 2018, más de 15.000 de los cuales provenían de otros países. A pesar de estos espectaculares registros, que parecen hacer del camino una experiencia asequible, el reto asusta a muchas personas, aunque este no es el caso del grupo de indomables que protagonizan esta historia. Una historia de superación que comenzará a escribirse en poco menos de 100 horas.