vitoria - Las carreteras alavesas fueron el trágico escenario de 15 muertes a lo largo del pasado 2018, cuatro más que durante el año anterior y dos más que en 2016. Así se desprende de los datos consolidados de todo ejercicio en poder del Ministerio español de Interior y hechos públicos ayer, jornada de arranque de la segunda quincena de julio, que corroboran los registros que ya apuntaban previamente a un incremento de la siniestralidad en la red viaria provincial. Esta tendencia parece además continuar durante el presente 2019, que hasta el último día de abril había lamentado un total de siete fallecimientos en Álava, según los datos aportados por la dirección de Tráfico del Gobierno Vasco tras la pasada Semana Santa.
Los datos de Interior apuntan a una leve caída de la siniestralidad tanto a nivel estatal como en la CAV, gracias en este último caso a las buenas cifras de Gipuzkoa durante 2018. El territorio vecino registró 13 fallecimientos, por los 27 de sólo un año antes, lo que supone un descenso muy significativo. En Bizkaia, por contra, perdieron la vida 21 personas a lo largo del curso pasado, cuando en 2017 habían sido 13. El incremento de los desplazamientos de largo recorrido a nivel estatal -en un 1,9%-, así como el de las matriculaciones de vehículos -un 7%- y el de las expediciones de permisos de conducir -un 23%- explican, en parte, que a pesar de todas las campañas de prevención las cifras de siniestralidad sigan siendo tan importantes.
Aunque hay más motivos, según apunta el responsable de comunicación del Real automóvil club vasco-navarro (RACVN), Mario García, en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Ahí están, por ejemplo, elementos que pueden distraer a los conductores como las aplicaciones de mensajería móvil, tipo WhatsApp, que hasta hace sólo unos pocos años ni siquiera existían. Según la estadística de Interior, las distracciones al volante se mantienen, de hecho, como el principal factor concurrente en los accidentes mortales (32%), por encima de la velocidad (22%) y el alcohol o las drogas (21%). García también alude a la existencia de carreteras “mal conservadas” y a un parque de vehículos “anticuado” entre las causas más importantes de la siniestralidad.
Con los datos en la mano, el portavoz del RACVN llama sin embargo a “no generar alarmismo”, pero tampoco a “caer en la relajación”. No en vano, en la evolución a largo plazo de los registros de mortalidad sí se aprecia un descenso muy importante del número de víctimas que, con el tiempo, debería desembocar en el cumplimiento del “objetivo” de esta organización. “Éste siempre debe ser lograr la cifra de cero muertes en carretera, aunque a día de hoy es utópico. Entre tantos millones de desplazamientos eso es imposible”, reconoce García. El hecho de que haya “una sola víctima” en las carreteras constituye, para el portavoz del RACVN, “un buen motivo para seguir trabajando”.
Los datos de Interior certifican que aunque la mayoría de los accidentes con víctimas -incluidos también los heridos- se localizan en las ciudades, es en las vías interurbanas donde se da un mayor número de fallecidos, el 73% del total. Además, los colectivos vulnerables -peatones, ciclistas y motociclistas- representan casi la mitad de todos los muertos a nivel estatal, en concreto 865 del total de 1.806 fallecidos que hubo en 2018. Otro dato a tener en cuenta es que el 27% de los muertos tenían 65 años o más, la franja de edad más afectada.
Respecto a las cifras de UE, que tiene una tasa media de 49 fallecidos por millón de habitantes, España se encuentra en un amplio pelotón por debajo de la media (39), junto a Alemania, y por detrás de Reino Unido (28), Dinamarca (30), Suecia (32) y Países Bajos (34).