VITORIA - El comienzo del año 2020 llegará para la capital alavesa con el arranque del servicio de la nueva contrata de limpieza viaria y recogida de basura que se encargará de las labores hasta 2024. El pliego de condiciones de prestación de esas funciones, actualmente en licitación, contempla el 1 de enero de 2020 como la fecha en la que arrancará la empresa adjudicataria a prestar sus servicios por las calles de la capital alavesa. Restan cinco meses y medio por delante para dirimir el nombre de la firma ganadora del concurso y conocer la cantidad por la que se compromete a llevarlo a cabo.
Dentro de ese plazo de casi medio año, el próximo lunes 15 de julio está marcado como una fecha relevante. Será en esa jornada cuando, a las 13.00 horas, concluya el periodo para que las empresas interesadas puedan presentar sus plicas para tomar parte en el proceso. No se tardará mucho tiempo en conocer los primeros datos de sus ofertas, porque la Mesa de Contratación del miércoles día 17, a partir de las 11.30 horas, ya tiene previsto proceder a abrir los primeros dos sobres que enseñarán parte de las intenciones de las firmas aspirantes a llevarse el contrato más jugoso de Vitoria. En una fase previa, el pasado martes 28 de mayo hubo una visita previa a las instalaciones de Agirrelanda por parte de las empresas interesadas en tomar parte en el concurso. Según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA más de media docena de multinacionales estuvieron presentes en la visita y pudieron comprobar sobre el terreno el estado de la flota de vehículos que prestan actualmente el servicio. Esta es una parte importante del contrato ya que hay que hacer frente la amortización de más de cinco millones de euros en concepto de la vida útil de la misma por los cuatro años que les restan de utilización.
FUENTE CONTINUA DE TENSIONES El nuevo documento para la limpieza viaria y recogida de basura de las calles se trata de un vínculo de cuatro años de duración, prorrogable un ejercicio más y que vendría a cubrir los años del ya extinguido por las desavenencias entre el Ayuntamiento de Gasteiz y las empresas FCC y GMSM que han prestado el servicio desde el año 2015. Ese contrato fue adjudicado en el tiempo de descuento de la legislatura del popular Javier Maroto y, durante los cuatro pasados años de mandato de Gorka Urtaran, fue una continua fuente de tensiones entre ambas partes. Fueron varios los momentos en los que la sombra de una huelga sobrevoló como amenaza por parte de los trabajadores. Finalmente ambas partes acordaron una rescisión amistosa del vínculo y el pasado mayo arrancó el concurso y proceso de licitación para dar con una nueva empresa que asuma esta onerosa cuestión para las arcas municipales. El proceso deja abierta la puerta a que FCC tome parte de nuevo en el concurso y habrá que esperar al lunes para desvelar si la multinacional vuelve a postularse como aspirante a asumir el servicio.
Para tratar de que el servicio se ofrezca dentro de la más absoluta paz social entre empresa y trabajadores, se eleva un 5,2% ese techo del precio inicial de licitación con el que arranca el concurso. Se pasa del canon anual de 25,5 millones de euros de hace cuatro años, a los 26,90, IVA incluido. Se divide el trabajo en dos lotes, siendo el primero de ellos, por valor de 26,85 millones de euros, el que comprende todos los trabajos a desempeñar para que Gasteiz esté más limpia, mejore los índices de reciclado y se acerque a las tasas exigidas por Europa. Completa el pliego un lote para la gestión de biorresiduos, que supone una insignificante cantidad de 51.581 euros anuales. Queda fueran de esta licitación los servicios de recogida de enseres, limpieza de alcorques, fuentes ornamentales y limpieza de sumideros. Serán gestionados por otras empresas, también por un mismo periodo de cuatro años y que arrancará al mismo tiempo que el grueso del contrato. Las inversiones contemplan cuatro nuevos camiones de recogida, dos con carga lateral derecha y otros dos con izquierda. 650.000 euros anuales para contenedores y se precisará también pasar de las 700 islas de reciclaje actual, a las 1.200 y que todas ellas contengan contenedor con chip.