vitoria - El mural Uzta/Cosecha de Werckmeister ya ha iniciado su fase de preparación en la fachada. El pegado de telas, una técnica utilizada en los últimos murales de la artista, ha comenzado, y la inauguración será previsiblemente el 18 de este mes.

El hogar San José albergará el próximo proyecto de paisajes muralísticos en fachadas que gestiona el Ayuntamiento de Vitoria. Ya ha comenzado el colocado en fachada mediante la técnica de pegado de telas a la espera de su inauguración el día 18 si se cumplen los plazos. Será, además, el segundo mural de Ariznabarra. Una intervención que aunará arte, investigación sociológica y expresión testimonial para crear un mural y una plataforma virtual en la que el visitante se podrá acercar a todas las historias de las personas del barrio. De ahí su nombre Uzta/Cosecha porque el proceso de realización es la siembra de ideas, la recogida de vivencias y experiencias de las personas del barrio, que se terminan trillando para transformarlas en arte. Lo lidera Verónica Werckmeister con la colaboración del fotógrafo gasteiztarra Alexei Lacalle. Para ello, se han grabado, visionado y transcrito más de mil minutos de vídeo con entrevistas a más de 80 personas de Ariznabarra. Han participado ciudadanos del centro sociocultural de mayores, Down Araba, centro ocupacional, a escuela Miguel de Cervantes, hogar San José, club deportivo Ariznabarra, la escuela para adultos Paola Freire, la asociación de vecinos, personal y usuarios de educadores de calle, comerciantes y hosteleros. Después, un grupo de 15 personas ha trabajado las ideas que surgieron en las entrevistas. Y de ahí salieron ideas principales relacionadas con el desarrollo de la vida de las personas como individuos y el barrio como colectivo.

“Probamos muchas maneras de transmitir las ideas a través de la imagen, y al final, nos quedamos con un diseño que es, a simple vista, nada más que una naturaleza muerta. Pero en este bodegón se esconden ideas sobre la complejidad de la vida, la conexión que tenemos con la naturaleza, las ganas que tenemos de jugar y las vueltas que da la vida. Y es que, las personas que habitan en Ariznabarra y sus alrededores son personas con optimismo, con recuerdos, con historias de superación y de dificultad. Son personas con ganas de conectar, de conectarse entre ellas y con su medio ambiente. Y, ante todo, son mucho más de lo que aparentan a primera vista”, señalan los creadores del mural.

Durante dos semanas, el grupo ha plasmado las ideas sobre telas especiales que luego irán permanentemente colocadas sobre la fachada. Simultáneamente, un grupo de participantes ha transcrito y editado las entrevistas recogidas en el barrio, una labor que verá la luz en la plataforma virtual que se presentará la misma semana que el mural.