Laguardia - Definitivamente, Laguardia no contará con fondos del Plan Foral de Obras y Servicios durante los años 2020 y 2021 por no haber presentado la propuesta en el plazo habilitado para ello, según han confirmado desde la alcaldía de la villa medieval y desde la Diputación Foral. Ha sido el actual alcalde, Lucio Castañeda, quien ha confirmado esa noticia, a pesar de haber tratado por todos los medios de encontrar una solución con el director general de Equilibrio Territorial, Iñaki Gillerna, con quien se ha reunido en varias ocasiones en los últimos días, tanto en Laguardia como en Vitoria.
Este responsable foral reconoce que trató de encontrar una solución con los técnicos del Departamento, pero la normativa es clara. Se trata de unas ayudas que tienen carácter competitivo, y por lo tanto no se pueden hacer excepciones, no se puede abrir un nuevo plazo de presentación de propuestas y Laguardia se queda sin 1,6 millones de euros para acometer una nueva fase de urbanización del casco urbano porque no se presentó la documentación pertinente por parte del anterior equipo de gobierno.
En la convocatoria pasada, correspondiente al periodo 2018-2019 Laguardia presentó un proyecto de urbanización por un importe de 1.600.000 euros que no entró entre los adjudicados, presumiblemente porque en las dos convocatorias anteriores de Plan Foral, este Ayuntamiento logró la financiación necesaria para acometer dos fases de la nueva urbanización de las calles.
En esta ocasión, para 2020/2021 se había preparado el sistema para que las solicitudes se pudieran realizar vía telemática, pero al cierre del plazo de solicitudes, el 10 de junio, Laguardia no había presentado su petición. Debido a estas situaciones, la villa sumará cuatro años sin apoyo foral para nuevas inversiones.
Pedro León, anterior alcalde, trató de lograr una ampliación de plazo para presentarlo, pero no fue posible a causa de lo establecido en la normativa.
Conflicto entre bodegas En otro orden de cosas, una bodega de Baños de Ebro le ha plantado cara al gigante catalán Codorniú y podrá seguir usando su marca de vino Ana de Altún, un nombre que la empresa de los espumosos catalanes quería monopolizar para su cava Anna.
Ahora, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha devuelto a la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO) la disputa que enfrenta a la marca de vino de la alavesa Bodegas Altún y a la de cava de la barcelonesa Codorniú, pues considera que puede existir riesgo de confusión. Además, en la sentencia, el Tribunal General anula la resolución de la EUIPO, que había desestimado el recurso de Bodegas Altún.
El tribunal, con sede en Luxemburgo, le ha pedido a la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE que adopte una nueva resolución al considerar que no ha quedado demostrado que la marca figurativa de Codorniú “hubiese adquirido renombre”.
El conflicto tiene su origen en 2013, cuando Bodegas Altún, con domicilio en la localidad alavesa de Baños de Ebro, solicitó el registro de la marca Ana de Altún como vino blanco de Rioja, hecho que motivó la oposición de la empresa de cava Codorniú, con sede en Esplugues de Llobregat (Barcelona), alegando riesgo de confusión.