VITORIA - Un año más los actos de celebración y honra al primero de los patrones de Álava devolvió al primer plano de la actualidad una serie de eventos, que no por repetirse edición tras edición dejan de dar sentido y articular la celebración de los alaveses. Al estruendo de los barriles y tambores en la noche previa tras la suculenta cena, se le une uno de los momentos más entrañables. Las escalinatas de la casa palacio de la Diputación de Álava, escucharon los madrugadores acordes del zor-tziko Álava, a cargo de la banda de txistularis, trompeteros y atabaleros. La audiencia volvió a ser reducida un año más, pero los puristas de la fiesta se decantan por esta interpretación en las primeras horas del día, en un momento en el que se juntan quienes inician la celebración diurna con quienes aún se resisten a dar por concluida la nocturna en su lenta y agónica retirada a sus cuarteles generales.

Las nubes y el cielo cubierto del despertar de la jornada del patrón se disiparon en el momento en el que la comitiva de autoridades sacaba en procesión a figura de San Prudencio. En la vuelta a la basílica que dio sobre los hombros de los fornidos mozos, las nubes también se apartaron y el sol comenzó a azotar sobre las cabezas de las máximas autoridades. Con el obispo de la diócesis, Juan Carlos Elizalde, marcando el paso, junto a él desfilaron representantes del ámbito local y territorial. El presidente de la junta administrativa de Armentia, Alfredo López de Uralde ejerció de anfitrión junto a la nueva presidenta de la cofradía de amigos de San Prudencio, Virginia López de Maturana. Con el diputado general, Ramiro González, el alcalde, Gorka Urtaran, y sus respectivos gabinetes estuvieron además el delegado del gobierno, Jesús Loza. No fallaron a la cita las representantes alavesas del ejecutivo autonómico como la responsable del departamento de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y la de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

Tras la solemnidad matinal, la soleada y calurosa tarde trajo la gran chocolatada a la Plaza Nueva, con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, y organizada por Radio Vitoria. El momento dulce de la tarde llegó con la entrega a José Ramón Díez Unzueta, Txerra, del premio San Prudencio en su primera edición e instaurado por la asociación de confiteros de Álava.