vitoria - Las elecciones generales de este próximo domingo 28 están provocando más de un dolor de cabeza a los alaveses. Al temor de muchos a ser agraciados con una presidencia o una vocalía de mesa electoral en una fecha tan señalada como San Prudencio, se está sumando estos días el colapso de las oficinas de Correos del territorio, especialmente las de Gasteiz, donde cientos de esos vecinos que solicitaron votar por correo están teniendo que soportar larguísimas colas para ejercer su derecho. Y no siempre con éxito, cuando el plazo legal apura ya su recta final. Además, no son pocos los que todavía siguen sin recibir en sus domicilios las papeletas para votar. En este contexto, la Junta electoral central ha decidido ampliar un día más el tiempo para entregar los votos en Correos, hasta mañana, y la empresa pública abrirá también durante una hora más todas sus sucursales -desde media hora antes del horario habitual hasta media después- para tratar de agilizar al máximo estos trámites.

Pese a que esta decisión de urgencia se ha tomado a nivel estatal, donde curiosamente las peticiones para votar por correo han caído un 8,7% respecto a las generales de junio de 2016, la situación de Álava adquiere ya tintes preocupantes. Cabe recordar que cerca de 33.000 personas solicitaron votar por correo en las inminentes elecciones, un 13,1% del censo, lo que ha convertido a la provincia en el territorio de todo el Estado donde mayor número de peticiones se han registrado en números relativos. Fueron sólo 14.000 en las elecciones de 2016, casi 20.000 menos. La posibilidad de disfrutar de un largo puente festivo fuera de Álava ha animado a muchos vecinos a salir y a pedir el voto por correspondencia para unos comicios que se presentan cruciales. Sin embargo, la importante carga de trabajo habitual en el operador estatal de servicio postal y paquetería, más la añadida durante estas semanas, están haciendo “muy difícil de gestionar” la situación actual.

“no creo que llegue todo” Así lo advierte en declaraciones a este periódico Isabel Garrido, representante del sindicato CCOO en Correos de Álava, quien incluso teme que no puedan llegar a tramitarse correctamente todas esas peticiones de voto. “Se abrieron todas las oficinas en Jueves Santo, ha habido más contrataciones y, aun así, no creo que se llegue a tiempo para entregar todos los votos en los domicilios”, apunta Garrido. La representante del sindicato mayoritario en Correos apunta al distrito 15, que abarca el barrio de Zabalgana y la zona industrial de Jundiz, como el más colapsado de todo el territorio, así como los sectores 2 y 3, correspondientes a Salburua. “No se llega a todo”, advierte Garrido, quien advierte de que es “urgente” reforzar el personal en las oficinas de los barrios nuevos, “que ya están mal de por sí”.

Según esta trabajadora, los problemas tienen su principal punto caliente en el centro de tratamiento automático (CTA) de Correos en Jundiz, donde llegan todas las peticiones de voto, junto con todos los envíos postales y de paquetería ordinarios, que como es lógico también están experimentado retrasos en los últimos días. “Lo prioritario tendría que ser el voto, pero tiene que salir todo y ésa es la exigencia. Pero en estas condiciones es imposible”, denuncia Garrido, para quien es necesario un “redimensionamiento” de los recursos humanos y materiales del operador. A nivel estatal, Correos ha realizado 4.500 contratos de refuerzo para la gestión de todas las actividades relacionadas con los procesos electorales.

Cifras globales. Según informó ayer la agencia ‘Efe’, Correos ha admitido 1.346.476 solicitudes de voto por correo hasta el pasado día 18, Jueves Santo, una jornada en que a pesar de ser festivo en la mayoría de comunidades autónomas las oficinas postales también abrieron en toda España por ser el último día del plazo de solicitud de voto por correo. Según Correos, todas las sucursales tienen sus puestos de atención a los ciudadanos cubiertos al 100% y se han creado además 500 puntos adicionales de admisión.