vitoria - Isabel y Esther Alonso fueron ayer sólo dos de las cientos de pacientes directamente afectadas por la huelga convocada en los centros de salud de Osakidetza, el primero de los dos paros previstos para esta primavera ante la “insostenible” situación de la atención primaria pública. “Somos de Sansomendi y mi médica está de huelga, así que nos han mandado aquí y nos han atendido bien. Sin problemas, aunque sí que es incómodo desplazarse”, apuntaba la primera, nada más pasar consulta en San Martín, uno de los dos centros de Gasteiz, junto a Olaguíbel, con servicios mínimos para atender casos de urgencia, como en los fines de semana y los días festivos. “Por lo menos nos han atendido”, remachaba Esther, sintetizando el sentir de los numerosos pacientes que durante la mañana y la tarde se encontraron con las puertas de sus despachos médicos o de enfermería cerrados a cal y canto.

Fue, de hecho, una movilización exitosa, especialmente entre el personal facultativo, e incluso de un seguimiento “masivo”, según apuntó en su primer balance del día el sindicato ELA, uno de sus convocantes junto a Satse, LAB, CCOO, UGT y ESK, de la mano del foro profesional Lehen arreta arnasberritzen. Este colectivo, que ha sido el gran catalizador del malestar del personal de primaria y de esta primera gran movilización, cifró el seguimiento de la huelga en alrededor de un 80% entre los propios médicos, cifra que Osakidetza minimizó en el turno de mañana a un 56,57%. El habitual baile de cifras también se produjo en los números globales, que dejaron según el ente público un seguimiento de un 32,48% en Álava -33,51% en la CAV- y de un 60% según ELA.

La principal movilización de la jornada se produjo en Bilbao, donde miles de personas recorrieron la distancia comprendida entre el Sagrado Corazón y la sede territorial del Departamento de Salud tras una pancarta en la que podía leerse, en euskera y castellano, el doble lema Lehen arreta itolarrian, zure osasuna ere bai. Atención primaria segura y de calidad. Los profesionales insistieron en sus principales reivindicaciones, que se incremente el presupuesto destinado a la atención primaria, que se cubran todas las jubilaciones, vacantes y ausencias en los centros de salud o que se dote de estabilidad a la plantilla, y subrayaron que si la calidad del servicio se ha mantenido hasta ahora ha sido “gracias al esfuerzo de los profesionales”. De no mediar una solución, la huelga se repetirá el próximo 17 de mayo, también viernes, en plena campaña para las elecciones municipales y forales.

Pese a que el seguimiento de la motilización fue desigual en algunos centros, la situación de parálisis fue patente desde primera hora en toda la red de atención primaria de Gasteiz. Muchos pacientes con citas no urgentes y que tuviesen a su profesional de referencia en huelga fueron vueltos a citar para el lunes y en los casos no demorables derivados tanto a Olaguíbel y San Martín como a Urgencias, donde se registraron largas colas. Hubo que armarse de paciencia, como Ernesto, que tras una espera “más larga de lo normal” finalmente pudo ser atendido en el primero de estos centros.

Mientras tanto, Lourdes Pascual, médica gasteiztarra de atención primaria en servicios mínimos, ponía voz a la reivindicación compartida por decenas de compañeros de su nivel asistencial: “Estamos en una situación que ya no podemos más. No tenemos recursos, no tenemos presupuestos, no tenemos material, no se cubren las plazas... En mi centro de salud hemos estado trabajando el 50% durante el invierno y las navidades por no cubrir las bajas por enfermedad o las licencias y los permisos. Y hablamos de un barrio con mucha gente mayor. No estamos pidiendo más sueldo, sino sencillamente tener tiempo para atender a nuestros pacientes. Nada más”, aclaraba poco antes de iniciar cuatro horas de jornada para avisos domiciliarios.