vitoria - Tres vecinos de Vitoria aprovecharon ayer el turno popular solicitado por la asociación Gasteiz 2011 Kultur Elkartea para preguntar al concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Carlos Zapatero, por la identificación en marzo de un ciudadano venezolano que acudió a los servicios sociales municipales para reclamar un bono alimenticio y, tras facilitar sus datos personales al agente encargado del control de accesos, acabó en Extranjería con una orden de expulsión de la Policía Nacional. Los ciudadanos, que han llevado el caso a la Síndica, pidieron a Zapatero que explicara por qué se cruzó la información de esta persona si no forma parte del protocolo y aseguraron que en el último mes se han dado tres casos más. También señalaron que la persona afectada acudió acompañado de dos vitorianos que no tuvieron problema en ser atendidos y cuyos datos no fueron cruzados.

El edil rechazó las acusaciones de racismo y aseguró que la actuación de los agentes municipales “fue la correcta”. “Ni este gobierno ni este concejal ni la Policía Local ni los servicios sociales actúan con motivaciones racistas”, manifestó Zapatero, quien afirmó sentirse “ofendido” e “indignado”. Pese a las preguntas de los intervinientes y de toda la oposición, el concejal rehusó hablar de lo sucedido en el caso ni informó sobre el protocolo de los agentes que vigilan los servicios sociales.

Javier Sáez, dentro del turno popular, aseguró que este venezolano lleva 12 años en España, que nunca ha cometido delito alguno y que la comprobación se hizo “porque su piel es más oscura”. “El 22 de junio el Pleno aprobó el derecho al refugio del Aquarius y se nombró Vitoria ciudad de acogida. Se pidieron compromisos al Parlamento Europeo, al Gobierno Vasco, al del Estado... Si usted se siente indignado, imagine cómo estamos nosotros al leer una serie de compromisos que se solicitan y que nos parece lo más hipócrita del mundo”, indicó. - A. Burdain