Como si de un salón de Plenos se tratara, el palacio de Villa Suso acogió ayer al mediodía el homenaje a los 27 integrantes que iniciaron el camino de la recuperación municipal y dieron forma al Ayuntamiento de Gasteiz surgido tras las primeras elecciones democráticas del 3 de abril de 1979.
Tras los sones de la célebre habanera La Paloma, los abrazos, saludos y emociones se repartieron entre los integrantes de aquella primera Corporación, que sentó las bases de una nueva y democrática forma de hacer, cercana a los ciudadanos y atendiendo a sus necesidades. Cuatro décadas después y a 46 días de las undécimas elecciones municipales en Gasteiz, los 12 ediles supervivientes de aquel Ayuntamiento pudieron compartir recuerdos, confidencias y anécdotas mezclados con los actuales corporativos y también con algunos otros concejales que han formato parte de la institución. Cuatro formaciones se repartieron aquellos 27 asientos y un representante de cada una de ellas subió al estrado para actualizar sus recuerdos y comparar los cambios entre aquella desconocida manera de trabajar y la gran maquinaria burocrática que supone hoy una entidad que debe cubrir las necesidades de un cuarto de millón de vitorianos.
La figura del primer regidor, el jeltzale José Ángel Cuerda, monopolizó saludos, abrazos y conversaciones. A pesar de sus dos décadas como figura referente de Gasteiz, reconoció Cuerda ayer la “emoción” que le supuso volver a encontrarse con algunos compañeros con los que no había vuelto a coincidir desde hace años. Más allá de aferrarse a los recuerdos de sus cinco legislaturas, la figura de quien siempre será el alcalde eterno entre los gasteiztarras, resaltó la figura de las ciudades como la “comunidad política básica, que debe garantizar la vida de las personas”, concretó. Para los 27 nuevos integrantes del Pleno que se elegirán en mayo, recordó cómo las ciudades han de basarse en la “libertad, igualdad y dignidad” y terminó con los principios estratégicos de “solidaridad, educación y participación”, que debe tener en cuenta todo mandatario durante su acción.
El actual alcalde, el también jeltzale Gorka Urtaran, ensalzó los valores de aquellos 27 “pioneros” ediles que tuvieron como complicada tarea “sentar las bases del crecimiento, despegue y transformación de la política local”, relató. Destacó la presencia de siete mujeres en aquella Corporación y enumeró a los 13 ediles ya fallecidos, entre los que figuraba su madre, María Jesús Aguirre, y colaboradora directa de Cuerda.
En las diferentes intervenciones, el edil independiente, Severino Rodríguez de Yurre, recordó aquellos “días difíciles” aunque finalmente “interesantes por la pretensión de impulsar la democracia participativa”, admitió. El socialista Luis Alberto Aguiriano echó en falta con respecto a la política actual la “unanimidad de los acuerdos, anteponiendo las diferencias entre los partidos políticos a la hora de sacar cuestiones adelante para el beneficio de la ciudad”. Por su parte, Alfredo Marco Tabar, electo por parte de la extinta UCD, extendió su recuerdo hacia los integrantes que también articularon la vida municipal en los años previos a 1979 y se congratuló por superar “los años de temor y el aliento del miedo, ya desaparecido”.