samaniego - La sociedad de ciencias Aranzadi, en colaboración con la Cuadrilla de Rioja Alavesa y los ayuntamientos de Samaniego y Navaridas, así como la antigua hermandad de los montes de Laguardia, han decidido crear una red de microhumedales para preservar y tratar de recuperar la fauna característica de estos espacios que casi ha desaparecido en esta parte del territorio. Juantxo Agirre, secretario general de Aranzadi, advirtió ayer en una rueda de prensa de que, dejando a un lado los grandes núcleos urbanos, una de las zonas más modificadas del País Vasco ha sido Rioja Alavesa, cuyo paisaje ha sufrido una enorme transformación, con un predominio claro de los viñedos y en menor medida de cultivos de cereal. Este cambio del paisaje no siempre tiene por qué ser perjudicial, si se realiza atendiendo a pautas marcadas para la conservación de la biodiversidad, pero por desgracia la simplificación del paisaje presente en Rioja Alavesa se ha traducido en una pérdida paulatina de elementos, de pequeño tamaño pero de enorme valía, como encharcamientos, linderos, setos o muros de piedra.

En su opinión, uno de los medios más damnificados han sido los pequeños humedales, cuya extensión y cantidad se ha devaluado sobre manera, con la desecación de muchos de ellos. En la actualidad, en Rioja Alavesa se conservan lagunas o complejos lagunares, pero apenas existen encharcamientos entre estos grandes oasis de vida. Por ello, estas entidades han unido esfuerzos para poner en marcha este proyecto.

En la primera fase que se ha ejecutado entre los años 2017 y 2019 se han construido 13 encharcamientos: Los dos primeros en una parcela municipal próxima a la laguna de Navaridas y los otros nueve en terreno público, cuatro en Laguardia y otros cinco en Samaniego. Finalmente, este fin de semana, con ayuda de voluntarios, se han construido dos nuevas charcas en una parcela municipal de Navaridas. El proyecto se extenderá a nuevas zonas a lo largo de los próximos dos años, con actuaciones en Navaridas y Leza.

Las actuaciones favorecen sobre todo a los organismos acuáticos -anfibios, libélulas y caballitos del diablo-, pero a su vez atraen a un número importante de organismos como aves, reptiles y mamíferos, que encuentran en estos enclaves su alimento y un lugar donde poder beber agua para pasar el verano. - P.J.P.