Maeztu - Lejos de sufrir el declive industrial que se vive en otras localidades, el municipio de Arraia-Maeztu ha roto esa tendencia y su polígono industrial se ha ido llenando gracias a las buenas comunicaciones con capitales como Vitoria y Pamplona, los servicios creados para los vecinos y el despliegue de la fibra óptica implementado en los últimos tiempos gracias a distintas inversiones. “Es un crecimiento del que ahora disfrutamos gracias a los primeros empresarios que llegaron al polígono y que con su presencia han ido atrayendo a otros muchos más”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el alcalde de la localidad, Anartz Gorrotxategi,

Pero la realidad es que se ha tenido que trabajar mucho para atraer nuevas iniciativas. “Lo que nos encontramos en el año 2015 era un polígono industrial que tenía una ocupación de algo más del 38% y lo que hemos intentado ha sido dinamizar ese polígono, firmando para ello un convenio con Álava agencia de desarrollo -que es la sociedad foral encargada de gestionar una buena parte de los polígonos existentes en el territorio histórico- de cara a visibilizarlo más, ya que es a esa sociedad a donde acuden las empresas que desean instalarse en Álava ya que gestionan casi todo el suelo industrial del territorio”, confirma el primer edil. Gracias a ese convenio las empresas han contactado con la agencia y con el Ayuntamiento y finalmente en los dos últimos años la ocupación del suelo en el polígono industrial “supera el 70%, sobre todo, gracias a las dos últimas incorporaciones, una del sector industrial y otra del sector primario”, confirma el gestor municipal.

Tras esas incorporaciones ahora solo quedan libres cinco parcelas. De ellas, tres oscilan entre los 1.500 y los 1.899 metros cuadrados aproximadamente. Otra cuenta con 4.500 metros cuadrados y una última es de 12.800 metros cuadrados.

Por esta razón “consideramos positivo el convenio de colaboración con la agencia, ya que se ha dirigido a un mercado al que nosotros, por nuestro carácter municipal, no podemos llegar. Gracias al acuerdo estamos muy contentos aunque no nos paramos ahí porque lo que pretendemos es que haya una ocupación del cien por cien para generar actividad económica y empleo en la zona”.

Las dos últimas incorporaciones son sendas empresas, una dedicada al sector primario y la otra al industrial, concretamente a la fabricación, venta y distribución de herramientas para profesionales, que se ha instalado en una parcela de 20.000 metros cuadrados.

Esta última es una empresa que utiliza la robótica como elemento de trabajo y por esta razón desde el Ayuntamiento se está impulsando la formación en esa disciplina entre los jóvenes estudiantes de los centros escolares del municipio. Anartz Gorrotxategi comenta al respecto que este mismo año la empresa ha necesitado cubrir algunos puestos de trabajo con ese perfil de preparación y no se ha podido disponer para ello de vecinos de Maeztu o de su zona de influencia, porque no había nadie preparado en esa materia.

formación Para paliar esa carencia, ya el curso pasado se realizaron algunas actividades formativas en ese sentido y este año los alumnos de cuarto, quinto y sexto de Primaria se han incorporado a la iniciativa formativa. De hecho, como curiosidad, los estudiantes han construido con las nociones recibidas un semáforo del ruido para ponerlo en el comedor, ya que se pone verde, naranja o rojo en función del volumen y si lo exceden salta la sirena.

Para Gorrotxategi, “es importante formar a los alumnos en áreas tecnológicas dado los tiempos en los que estamos y lo rápido que avanza la tecnología” y rechaza que, por el hecho de estar en un núcleo rural, los alumnos se tengan que centrar tan solo en materias del sector primario.

Cambios en Bernedo En otro orden de cosas, el Ayuntamiento de Bernedo, otro de los que conforman la comarca de la Montaña Alavesa, ha comenzado las obras de mejora de la accesibilidad por las que venía trabajando desde hace tiempo con el fin de mejorar la entrada a la sede municipal a personas con movilidad reducida. Por esta razón algunos de los servicios municipales se han tenido que reubicar en otros edificios con carácter provisional. Concretamente los servicios de atención al ciudadano y las oficinas de la asociación de desarrollo rural Izki permanecerán durante los próximos cinco meses en unos edificios vecinos, mientras duren las obras que tienen un coste de 342.000 euros.