La feria de San Antón que celebró Amurrio el pasado 20 de enero tuvo su punto discordante, a la par que novedoso, en el puesto que colocaron los jóvenes del municipio de 21 años de edad, Jon Fraile y Josu Albizua. Allí no se ofrecían exquisiteces gastronómicas o piezas de artesanía, como en el resto del mercado, sino la oportunidad de ayudar a este par a llevar a buen puerto un viaje solidario que, sin duda, marcará sus vidas.

Se trata del proyecto 2019 Uniraid Amurrio-ERG Chebbi Elkarkidetza Proiektua. Una aventura para estudiantes con espíritu emprendedor de entre 18 y 28 años, organizada por la Universidad Autónoma de Barcelona, que no se puede calificar de rally ni de carrera de velocidad, puesto que el objetivo es cruzar Marruecos de norte a sur, por las rutas del Dakar, para hacer entrega de material solidario a las aldeas y colegios más desfavorecidos de la región.

Además, deben hacerlo a bordo de un vehículo de más de 20 años, siguiendo un itinerario de ocho días, del 23 de febrero al 3 de marzo, que les llevará desde Tánger, atravesando el Atlas y en dirección al desierto de Erg Cherbi, donde depositarán su carga, tras sortear todo tipo de obstáculos naturales, desafíos y pruebas de estrategia con la única ayuda de un roadbook y una brújula. “Vamos 300 estudiantes en 150 coches, que realizaremos el recorrido por equipos o convoyes de cinco vehículos. El nuestro es un Renault Clio MK1 que hemos comprado por 500 euros, tras intensos rastreos por internet, y al que le estamos realizando modificaciones permitidas y necesarias para afrontar el viaje, en base a nuestro presupuesto y lo que estamos logrando a través de patrocinadores”, explican Fraile y Albizua, que se han animado a emprender esta experiencia “por recomendación de amigos estudiantes de ingeniería mecánica de Donostia”, que ganaron este reto solidario el año pasado.

En cuanto a los recursos que llevarán a Marruecos, la organización de Uniraid aconseja que la ayuda reunida se base principalmente en ropa, calzado y material escolar, “dado que es de lo que más adolecen los pueblos a los que iremos, aunque se deja sitio a alternativas como gafas con distintas graduaciones, material deportivo, juguetes y demás opciones enfocadas fundamentalmente a los niños”, matizan los aventureros de Amurrio; al tiempo que explican que, como el raid cambia de trayecto anualmente, “se asegura que son distintas las poblaciones asistidas cada vez”.

dar y recibir Fraile y Albizua tampoco obvian la “gran ventaja” que supone que sea un raid de carácter universitario, porque “es una oportunidad para nosotros de aplicar lo estudiado en nuestros ámbitos (educación, antropología y mecánica en nuestro caso) y poner nuestros conocimientos al servicio de la comunidad”, matizan. Y es que algunos equipos participantes también llevan a cabo proyectos tecnológicos, “en los que luego trabajan todos los participantes del raid, incluido el nuestro si se tercia. Hasta la fecha se ha trabajado en mejoras de pozos, cocinas solares, sistemas de regadío o proyectos fotovoltaicos, íntegramente financiados por nosotros mismos, los equipos, con ayuda de ONG’s y universidades”, añaden ilusionados, ante el inminente comienzo de una aventura no solo espectacular, sino también un importante proyecto formativo que les hará descubrir sus límites y que, con voluntad, esfuerzo, trabajo en equipo y motivación, se puede conseguir lo imposible. “Esperamos aprender a reparar las averías que se nos podrán presentar una vez en el desierto, con materiales o de maneras que nunca nos hubiéramos imaginado. Por otra parte, queremos ver el impacto sobre nosotros mismos, de otra sociedad que con muy poco son felices y de esta forma poder ayudar de la manera que sea, tanto en su infraestructura de vida trabajando con ellos, como con el material escolar y demás material que llevamos y, de paso, saber apreciar todo lo que tenemos en el día a día”, apostillan. Las personas interesadas en ayudar a Jon y Josu a sacar adelante este proyecto pueden ponerse en contacto con ellos a través del número de teléfono 658 629 100. “En caso de no poder hacer una contribución económica, también nos ayudaría mucho que nos ayudaseis donándonos material que luego repartiremos en Marruecos o ayudándonos a conseguir cualquier concepto indicado en el presupuesto”, sentencian, en referencia a los 4.290 euros de gastos a afrontar entre inscripción, compra y preparación del coche, ruedas, seguro, gasolina, peajes a atravesar durante la marcha, comida y equipamiento, material solidario a parte.