Vitoria - La Policía Local investiga la procedencia de los productos de segunda mano encontrados en un “pabellón ilegal” ubicado en la calle Oñate, en el polígono industrial de Betoño, donde sus responsables utilizaban el recinto para su compra-venta. El local, donde se han detectado graves deficiencias en materia de seguridad, operaba sin licencia de actividad, según informó ayer el Ayuntamiento de Vitoria en nota de prensa.

La guardia urbana ha remitido un informe al departamento municipal de Medio Ambiente sobre este establecimiento, sobre el que se ha abierto una investigación por si pudiera haber otro tipo de infracciones administrativas y delitos por la procedencia de los objetos.

Todo comenzó el pasado día 10 a raíz de una llamada de la Ertzaintza. Una patrulla de este cuerpo observó anomalías en la seguridad del pabellón, por lo que solicitó la presencia de Policía Local. En la inspección, los agentes municipales vieron que en la planta baja, destinada a venta al público, y en las dos entreplantas del pabellón se apilaba gran cantidad de material combustible y fácilmente inflamable de toda índole. Productos como muebles, puertas de madera, bombonas de butano y de dióxido de carbono, neumáticos, electrodomésticos, aparatos electrónicos, ciclomotores, bicicletas, colchones, sillas de plástico, libros y ropa se encontraban desperdigados a lo largo y ancho del pabellón. Esta acumulación de material dificultaba además el paso de personas en determinadas zonas y haría inviable una adecuada evacuación en situaciones de emergencia.

Por todo ello se avisó al cuerpo de Bomberos para que técnicos de este servicio revisaran el local. En su informe, los Bomberos alertan de cuestiones como el almacenamiento de materiales que no podrían ser autorizados, según la normativa específica aplicable; la carga de fuego acumulada con un riesgo no previsto para el propio pabellón y los colindantes y la utilización del pabellón con un uso comercial con riesgo “intolerable” para las personas usuarias que acceden al local.

Ante esta situación “se han adoptado las medidas oportunas para el cese de la actividad y para eliminar a la mayor brevedad posible el riesgo existente para las personas y bienes”, aseguran desde el Consistorio gasteiztarra, aunque resaltan que “las investigaciones continúan abiertas”.

Identidad falsa Por otra parte, agentes de la Policía Local han detenido a un hombre de 18 años que falseó su identidad, al no aportar datos de filiación fiables cuando era investigado tras sufrir un accidente de coche bajo los efectos del alcohol y las drogas, careciendo además de permiso de conducción.

En las dependencias de Agirrelanda, los agentes comprobaron que el joven no había comparecido a varios juicios a los que había sido citado y, ante las sospechas de que pudiera estar evitando una vez más la acción de la justicia, fue arrestado, pasando a disposición judicial.

Esta persona sufrió un accidente de tráfico en la calle Zaramaga sobre las 12.30 horas del martes, tras el que fue sometido a las preceptivas pruebas de alcoholemia en las que arrojó tasas positivas, al igual que en la prueba de tóxicos donde dio positivo en consumo de cocaína, THC y anfetaminas. Además, cinco personas resultaron heridas en un accidente por embestida entre dos turismos registrado el martes en la cruce de la carretera A-4303 con la localidad de Zuazo de Vitoria, donde el conductor de uno de los vehículos no respetó la señal de stop. Resultaron heridos el conductor de uno de los turismos, de 67 años, y sus dos acompañantes: un varón de 37 y una mujer 64 años; así como el conductor del otro vehículo de 33 años y una pasajera de 36. Todos fueron atendidos por los servicios de emergencia y trasladados tanto al Hospital de Txagorritxu como el de Santiago.

Ubicación. El pabellón está ubicado en la calle Oñate, en el polígono industrial de Betoño. Sus responsables utilizaban el recinto para la compra-venta de productos de todo tipo. La Policía investiga su procedencia.

Inspección. En la inspección realizada por la Policía Local, los agentes municipales vieron que en la planta baja, destinada a venta al público, y en las dos entreplantas del pabellón se apilaba gran cantidad de material combustible y fácilmente inflamable de toda índole.