Ribabellosa - La localidad de Ribabellosa se convirtió durante la pasada jornada en el escenario para la constitución y celebración de la primera asamblea del nuevo consorcio de aguas de Álava, una entidad que nace con su normativa adaptada a lo que establece la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. Se trata de un reglamento de carácter estatal para que los consorcios actualicen su forma jurídica como entes instrumentales, es decir, con personalidad jurídica pública diferenciada, patrimonio y tesorería propios, así como autonomía de gestión y potestades administrativas precisas para el cumplimiento de sus fines.
Para cumplir con dicha ley y poder seguir gestionando el ciclo completo del agua para los vecinos y para la sostenibilidad del territorio histórico, nace este primer consorcio que cuenta con la participación de las 74 entidades locales que se han adherido. En concreto, un total de nueve municipios, 64 juntas administrativas y la Diputación Foral de Álava han dado luz verde a la puesta en marcha del nuevo consorcio de aguas, que se convierte ya en el de mayor número de miembros de Álava.
Con ese acto se ponía así en marcha un nuevo modelo de gestión del agua en el territorio uniendo fuerzas en la gestión del abastecimiento, potabilización, alcantarillado y depuración del agua.
Los pioneros de este nuevo consorcio proceden, por un lado, de la comarca de Añana. Son los municipios de Berantevilla, Ribera Alta, Ribera Baja, Valdegovía y Salinas de Añana y las juntas administrativas de Acebedo, Antezana de la Ribera, Anucita, Armiñón, Arreo, Barrio, Basquiñuelas, Berantevilla, Cárcamo, Comunión, Corro, Espejo, Estavillo, Jokano, Lacervilla, Leciñana del Camino, Morillas, Ocio, Pinedo, Pobes, Portilla, Quintanilla, Quintanilla de la Ribera, Ribabellosa, Sobrón, Tuesta, Valluerca, Villanañe, Villanueva de Valdegovía, Viloria y Zambrana.
De Gorbeialdea son las juntas administrativas de Betolaza, Durana, Elosu, Landa, Luko, Mendibil, Ullibarri-Gamboa y Zurbano, mientras que de la Llanada se han integrado los municipios de Salvatierra-Agurain, Alegría-Dulantzi y Elburgo, así como las juntas administrativas de Añua, Arbulu, Argómaniz, Eguileta, Elburgo, Gauna, Gazeta, Gereñu, Hijona, Mendijur, Oreitia, Trokoniz y Txintxetru.
En el caso de la comarca de Campezo-Montaña Alavesa están en el nuevo consorcio el municipio del Valle de Arana y las juntas administrativas de Alda, Angostina, Antoñana, Apéllaniz, Contrasta, Maestu/Maeztu, Montoria, Oteo, Sabando, San Vicente, Ullibarri-Arana y Villafría. Asimismo, forma parte también del nuevo consorcio la Diputación Foral de Álava, que ha apoyado la creación de la nueva figura.
Acompañando a los asistentes a la asamblea cabe destacar la presencia del diputado general de Álava, Ramiro González, quien les transmitió la felicitación de la institución foral por el “importante paso dado a favor de la buena gestión, a favor del medio ambiente y a favor del equilibrio territorial. Se trata, en definitiva, de un paso importante a favor de Álava”, destacó González. Así, cabe señalar que para aglutinar en un único organismo a todas las entidades gestoras de ese ciclo, a lo largo de 2018 se mantuvieron más de 40 reuniones que contaron con la participación de 600 personas.
Por su parte, el diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, resaltó que éste “es el primer paso de una gestión más sostenible y eficiente para el futuro de Álava. Era un giro necesario en la gestión del ciclo del agua, necesario para la gestión medioambiental de nuestros ríos y necesario para garantizar la calidad y el suministro del agua a toda la ciudadanía alavesa”.
Para el responsable de Medio Ambiente de Álava, la nueva concepción de esta entidad es que estará al servicio para “mejorar el control de las infraestructuras hidráulicas, mediante una gestión profesionalizada que, entre otras ventajas, reducirá los vertidos a ríos y tendrá mayor capacidad de respuesta ante posibles imprevistos, en un contexto que permitirá garantizar el cumplimiento de la normativa europea en el ámbito medioambiental”, resumió Galera.
Sociedad pública Así, la puesta en marcha de este consorcio de aguas, que pretende lograr más eficiencia, más sostenibilidad y una mayor eficacia en la gestión integral del agua, es una de las iniciativas que se deben ir desarrollando por el territorio en los próximos meses, aunque no necesariamente con la adscripción de nuevas entidades locales a dicho consorcio.
Es el caso de la comarca de Rioja Alavesa, donde aún no se ha tomado la decisión de cómo se transformará su consorcio de aguas. Sin embargo, como confirmaba ayer su presidente, Juan José García Barrueco, 13 de los 19 ayuntamientos y juntas administrativas ya se han pronunciado a favor de la creación de una sociedad pública. Los consistorios de otras comarcas seguirán ellos mismos gestionando su ciclo del agua, ya que es una competencia municipal y casi todos los ayuntamientos son los titulares de sus recursos hídricos.
Primera asamblea. La asamblea constituyente de este nuevo consorcio, que parte con el nombre de Urbide-Consorcio de Aguas de Álava, se formalizó ayer en Ribabellosa, donde se dio a conocer este importante número de localidades que finalmente se han adherido a esta iniciativa de la Diputación, que pretendía desde hace tiempo contar con un ente gestor fuerte en lugar de pequeños consorcios para garantizar un buen servicio.
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Entidades. Son las que junto a la Diputación Foral de Álava forman el nuevo consorcio de aguas que agrupa a municipios y juntas administrativas de las cuadrillas de Añana, la Llanada, Gorbeialdea y la Montaña Alavesa, ya que en Rioja Alavesa y Ayala ya tienen el suyo, al igual que en la capital gasteiztarra.