Amurrio - La plataforma vecinal Saratxo Bizirik y la junta administrativa de Saratxo han redactado un texto conjunto en el que muestran su “incredulidad” ante el proceso de licitación de la reforma de la A-625 iniciado en noviembre por parte de la Diputación Foral de Álava, de cara a que las obras puedan dar comienzo en la primavera de 2019.

Esta misma semana se han abierto las ofertas y solo una, la presentada por la UTE integrada por Promociones y Pavimentaciones Balgorza, Aglomerados Los Serranos y Núñez Pescador, que iguala el coste al precio máximo de licitación de 19,1 millones de euros, opta a hacerse con el trabajo, aún pendiente de adjudicación.

“Todavía seguimos sin creer cómo puede ser así si no se ha cumplido ninguno de los puntos de la moción de Juntas Generales aprobada en el Pleno de Tierras Esparsas de 2017, a excepción de un cambio mínimo que nos pareció una burla, tras tantas reuniones y peticiones para que el macroproyecto se modificase”, argumentan desde Saratxo, en referencia a que “se han limitado a reducir el radio de uno de los ramales del enlace sur, minimizando así la ocupación en 6.000 metros cuadrados. Algo que “supone una reducción del 1%, ya que la ocupación total de terreno será de 540.000 metros cuadrados”, aseguran. De igual forma, recuerdan con pesar el “no” que recibieron las tres alternativas para la modificación de uno de los enlaces, que se presentaron en abril y fueron llevadas a cabo por la empresa ISVIAL, con la ayuda del grupo municipal Orain Amurrio.

“Fue nuestra respuesta a una petición que se nos ha hecho constantemente a lo largo de los años, tanto desde las alcaldías de Amurrio y Orduña como desde la Diputación. Una propuesta que atienda a la normativa y sea factible, pero ni tan siquiera las tuvieron en cuenta aún cuando cualquiera de ellas suponía mucho menos gasto y ocupación de terreno”, apuntan. Asimismo, informan de que “ya han comenzado a llamar a vecinos que tenían pendientes las expropiaciones y a otros a los que les expropian más”.

“Parece que todo esto no tiene vuelta atrás. La pesadilla se está haciendo realidad”, sentencian antes incidir en que “nosotros y nosotras habremos cometido errores pero siempre hemos defendido y defendemos la misma idea: un proyecto no tan destructor y derrochador, que posibilite la vida de todos los pueblos circundantes y aumente la seguridad de la vía sin enterrar a nuestro pueblo bajo el asfalto”.

El proyecto, que tiene un plazo de ejecución estimado de dos años y ocho meses, contempla el acondicionamiento y mejora del trazado en planta y alzado de la carretera A-625 entre los puntos kilométricos 354,22 y 357,3 (puntos que coinciden con el límite provincial con Bizkaia y los polígonos industriales de Amurrio) para eliminar cambios de rasante y curvas peligrosas, y ordenar con criterios de seguridad los accesos a los distintos núcleos de población y propiedades particulares.

proyecto La nueva carretera será de doble sentido con una calzada con dos carriles de 3,50 metros, arcenes entre 1,50 y 2,00 metros, y bermas de 0,75 metros; e incluye un enlace a desnivel para conectar la vía principal con las zonas industriales de Amurrio, cuyo diseño -según informaron desde el ente foral- “incorpora modificaciones respecto al proyecto inicial, con el objetivo de reducir la ocupación de suelo en más de 6.500 metros cuadrados y separarlo aún más del cauce del río Nervión permitiendo una mejor integración del Parque Lineal del Nervión y garantizando su continuidad”. Por otro lado, también se ha adaptado la glorieta de acceso a Lekamaña, consiguiendo una reducción de la ocupación de suelo sin menoscabo de la funcionalidad y de la seguridad vial.