vitoria - La noche del 31 de diciembre al 1 de enero resultó mucho más complicada de lo esperado en Vitoria. Los agentes de la Policía Local llevaron a cabo siete intervenciones por lanzamientos de petardos fuera del horario delimitado, 30 inspecciones ordinarias de cotillones, labores de control de botellón, 16 actuaciones por peleas y discusiones entre particulares y procedieron al cierre de cuatro establecimientos por ruidos. Dos de estos últimos afectaron a lonjas vecinales que no contaban con licencia para organizar fiestas y, aunque el tercero sí disponía de permiso, se excedió en el horario. El cuarto caso, el referido al Gaztetxe, se saldó con cinco detenidos y, de acuerdo con lo recogido en el parte policial, una batalla campal en la que no faltaron los golpes, patadas, lanzamientos de botellas y hasta una emboscada a dos agentes no uniformados que fueron encerrados en el interior del recinto y que recibieron una lluvia de objetos sobre sus cabezas. Los responsables municipales negaron ayer que los incidentes respondieran a un intento de desalojo del local y afirmaron que los agentes de la Policía Local y de la Ertzaintza intervinieron para “liberar” a sus compañeros.

El concejal socialista Peio López de Munain compareció ayer para ofrecer los detalles de lo ocurrido en el interior del recinto del Casco Viejo. Según precisó, la actuación policial se dividió en dos fases. La primera de ellas tuvo lugar a las 6.25 horas de la mañana, cuando los vecinos de la zona llamaron en repetidas ocasiones a comisaría para informar de que se estaba produciendo un ruido excesivo dentro del establecimiento. Una patrulla de agentes de paisano se acercó al lugar y constató que en la calle, frente al Gaztetxe, permanecían congregadas unas 500 personas “consumiendo bebidas alcohólicas”. Las puertas se encontraban abiertas y la música estaba “en funcionamiento”. De acuerdo con lo expuesto en el parte, “dadas las circunstancias, la patrulla, en aras de proteger su integridad, esperó a una mejor ocasión para identificar y comunicar a los responsables del Gaztetxe la infracción administrativa observada”.

salida bloqueada A las 9.05 horas ya no quedaba gente en el exterior, pero las puertas seguían abiertas y la música continuaba sonando, por lo que los agentes entraron y hablaron con uno de los responsables. Le pidieron que apagara la música y explicaron que los vecinos se estaban quejando. López de Munain informó de que cuando los agentes de paisano se disponían a salir, “un grupo de personas les bloqueó y los agentes vieron cómo se iban cerrando las puertas del local”. Otra patrulla que aguardaba en el exterior observó lo que ocurría y pidió apoyo para “liberarlos”.

Acto seguido, “procedieron a abrir las puertas y a sacar a la patrulla retenida, comenzando el desalojo del local. Es en estos momentos cuando distintas personas comenzaron a lanzar botellas de vidrio a los agentes y a acometer a los mismos, resultando algunos heridos y contusionados”, recoge el informe. Media docena de policías resultaron lesionados por cortes y contusiones. Uno de ellos recibió un punto de sutura en un centro hospitalario al ser alcanzado en la rodilla por una botella. “La Policía hizo lo que tenía que hacer: responder a las denuncias de los vecinos”, aseveró López de Munain.

El concejal señaló que se formó un cordón de contención y se solicitó el apoyo de la Ertzaintza. Después de una serie de “duros enfrentamientos” en palabras de los agentes que participaron en el operativo, se detuvo e identificó a cinco personas, a las que se les imputa la comisión de un delito de atentado y resistencia grave a agentes de la autoridad. Cuatro de ellas fueron puestas en libertad poco después, mientras que la quinta fue puesta a disposición del juzgado de guardia debido a que tenía una orden de detención e ingreso en prisión también por resistencia a la autoridad.

Denuncias. Durante la noche del 31 de diciembre, la Policía Local recibió numerosas llamadas de vecinos del Casco Viejo quejándose del ruido que producía la música del Gaztetxe.

Primera visita. A las 6.25 horas, una patrulla municipal de paisano se acercó al local, vio a unas 500 personas en el exterior y comprobó que la música estaba encendida. Por seguridad, decidió regresar más tarde.

Segunda visita. A las 9.05 horas, la patrulla regresa al Gaztetxe y observa que ya no quedan personas en el exterior, aunque la música sigue sonando. Acceden al interior, instan a uno de los responsables a apagar la música y cuando se disponen a salir ven que las puertas se cierran.

Refuerzos. Al ver que sus compañeros quedan encerrados dentro del Gaztetxe, una segunda patrulla que se encuentra en el exterior pide refuerzos y el apoyo de la Ertzaintza.

Detenidos. Los enfrentamientos, con golpes, patadas y lanzamiento de botellas, según los agentes participantes, dieron lugar a cinco detenciones.

El concejal socialista compareció ayer para informar de lo sucedido y aseguró que, por el momento, el Ayuntamiento no se ha reunido para valorar posibles medidas en contra del establecimiento.