Vitoria - Las sanciones impuestas a los ciclistas por la Policía Local de la capital alavesa se han incrementado este año un 83% en comparación con el mismo periodo del año anterior. A falta de cerrar las denuncias de diciembre, entre enero y noviembre los agentes han interpuesto un total de 600 denuncias a ciclistas en la ciudad. En todo 2017, las sanciones alcanzaron las 354 -327 hasta diciembre-.

Por meses, noviembre, con una campaña especial de control de la Policía Local desarrollada durante una semana, ha sido el mes con más denuncias, hasta un total de 141, de las que 104 ciclistas corresponden a este periodo especial. En junio, cuando tuvo lugar otra campaña especial, llegaron a ser 114, mientras septiembre, con 90, figura igualmente como los meses con más infracciones, según el informe de denuncias de la guardia urbana al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Entre las sanciones más habituales que han recibido este año los ciclistas gasteiztarras figuran circular sin el alumbrado reglamentario, candar la bicicleta en puntos inadecuados u obstaculizando el paso y la circulación, llevar a otra persona subida en la bicicleta, e ir mirando el teléfono móvil mientras circulan.

El informe elaborado por el Ayuntamiento de Vitoria incluye también otras denuncias, menos habituales, interpuestas este año como negarse a someterse a pruebas de alcoholemia y drogas, conducir la bici bajo los efectos del alcohol -en ningún caso, sin embargo, esto puede implicar que se quiten puntos del carné de conducir-, saltarse semáforos en rojo o señales de entrada prohibida salvo vehículos autorizados, circular en sentido contrario o por zonas no autorizadas, como el centro de la ciudad, a determinadas horas.

“No se trata de perseguir a nadie, sino de hacer cumplir la norma para garantizar la seguridad vial y una adecuada convivencia de los distintos usuarios de la vía pública. Los infractores son una minoría, y su comportamiento puede afectar a la integridad de otras personas y también a la suya propia porque, no olvidemos, en muchos casos estamos hablando de la ausencia de casco en los menores o la ausencia de luces”, explica el concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Carlos Zapatero, que recuerda que “hay comportamientos inadecuados que afectan a la seguridad tanto de los peatones como de los propios ciclistas”.

Desde Bizikleteroak recordaban recientemente que, en lo que respecta a candar las bicicletas a elementos del mobiliario urbano en lugar de en un aparcabicis, la normativa de Vitoria permite hacerlo siempre y cuando “no haya aparcabicis libres y que con ello no se le ocasione ningún daño, se vea alterada su función, se entorpezca el tránsito peatonal, la accesibilidad ni la circulación de vehículos”.

“En ningún caso”, señalan, “está permitido amarrarlas a los árboles”. Asimismo, incidieron en que en la capital alavesa “las bicicletas pueden circular por la calzada aunque haya un carril bici en esa calle”.

Tras la campaña especial de control de noviembre, la agrupación de ciclistas de Gasteiz reclamó que el Consistorio lanzara también una campaña no de sanciones, sino informativa, para que la ciudadanía conozca de primera mano la normativa actual y sepa de forma fehaciente qué puede y no puede hacer cuando circula en bicicleta.

Por ejemplo, como norma general no es obligatorio que las bicicletas circulen por los bidegorris, salvo que la vía esté señalizada con la señal R-407, aunque en Vitoria apenas existen. Del mismo modo, como norma general no está permitido circular en bicicleta por carriles reservados al transporte público, solamente en los carriles en los que se ha señalizado expresamente como en las calles Independencia, General Álava y Becerro de Bengoa, donde sí se permite a las bicicletas circular por los carriles reservados para el tranvía y el autobús. En cuanto al casco, por ejemplo, en ciudad sólo es obligatorio para menores de 16 años.

La normativa establece también que las bicicletas sólo pueden circular por las aceras y espacios peatonales tengan más de tres metros de anchura libres de obstáculos y siempre que no exista en la calle una vía ciclista, la velocidad de circulación esté limitada a 30 kilómetros por hora o menor o esté señalizada como calle residencial. Los menores de 14 años o personas de movilidad reducida sí están autorizadas a circular en bicicleta por aceras y espacios peatonales, así como sus acompañantes. Tampoco se puede circular en sentido contrario al establecido, como sucede en calles como Magdalena o Prado, algo que está sancionado con una multa de 500 euros.

Las sanciones por incumplimiento, de hecho, pueden llegar hasta los mil euros por circular borracho en la bici en función del grado de alcohol, los doscientos euros por cruzar con el semáforo en rojo o no para ante una señal de stop o 45 euros por no llevar encendidas las luces reglamentarias.

ocupación de bidegorris Desde el ejecutivo local, recalcan en cualquier caso que el aumento de las sanciones a los ciclistas ha venido acompañado también de otro notable incremento de denuncias por obstaculizar o aparcar en los bidegorris de la ciudad. De hecho, este año este tipo de multas han subido un 103%, pues sólo entre enero y agosto la Policía Local ha interpuesto 303 denuncias de este tipo, cuando en el mismo periodo de 2017 fueron 149.

“Queremos reducir la siniestralidad y garantizar el nivel de convivencia, civismo y buen uso del espacio público. Son algunos de los objetivos que nos plantea el nuevo plan de seguridad vial, y esto también pasa por denunciar conductas inadecuadas. Pero no sólo la de los ciclistas, también de conductores y peatones”, asegura el concejal de Seguridad Ciudadana.