vitoria - Han sido necesarios casi de dos meses de negociaciones, al menos oficialmente, para que el Ayuntamiento de Vitoria y la contrata de limpieza, formada por la UTE entre FCC y GMSM, acuerden la rescisión del problemático contrato que unía a ambas partes desde hacía año y medio. Finalmente, la junta de gobierno local aprobó ayer en sesión extraordinaria la resolución del acuerdo, aunque la firma continuará prestando el servicio de limpieza y recogida de residuos urbanos hasta que otra adjudicataria se haga con el nuevo contrato.
Según los plazos trasladados por el Consistorio, el nuevo concurso público se licitará a principios de año, en una fecha aún por concretar, y no será hasta “octubre o noviembre” de 2019 cuando la nueva empresa que se haga con el contrato empiece a trabajar en la ciudad. Una nueva empresa que podría ser, perfectamente, FCC, pues nada impide a la firma optar otra vez al pliego de condiciones que el Ayuntamiento sacará a concurso y que contará con modificaciones respecto al ahora rescindido. Así las cosas, pese a los deseos mostrados en su momento por el gabinete local, la remunicipalización del servicio de limpieza en Vitoria queda descartada, al menos, durante los próximos cuatro años, que es la duración que tendrá el futuro contrato. Según aseguran desde el ejecutivo local, la solución garantiza la prestación del servicio hasta la adjudicación de un nuevo contrato y contempla aspectos como la amortización de la maquinaria hasta que pase a ser propiedad del Ayuntamiento.
Fue el pasado 26 de octubre cuando se puso en marcha oficialmente el expediente incidental para rescindir el contrato con FCC. Con la rescisión sellada ayer se abre “una nueva fase en este servicio, que no sólo es el contrato más importante económicamente de este Ayuntamiento, sino también un servicio esencial de nuestra ciudad”, recordó Iñaki Gurtubai, coordinador general del área económica del Consistorio. “Se pone fin a la conflictividad del anterior contrato, dando paso a uno nuevo que nos permitirá mejorar el servicio para que Vitoria esté más limpia y mejor. El empeño de este equipo de gobierno en todo este proceso es precisamente ese: dar un mejor servicio y defender el interés municipal”, valoró Gurtubai. La próxima semana se celebrará una reunión del grupo de trabajo de residuos, donde estarán representados todos los grupos políticos, para detallar las características del acuerdo que justifica la resolución del contrato y el nuevo escenario que se abre a partir de ahora.
Desde el gabinete de Gorka Urtaran insistieron en que pese a la resolución del contrato “la continuidad del servicio está garantizada y la ciudadanía no notará ningún cambio hasta el inicio de la nueva prestación por un nuevo adjudicatario, en octubre o noviembre de 2019”. El acuerdo alcanzado con FCC incluye una valoración de la maquinaria adscrita al servicio realizada por los técnicos municipales y la obligación del futuro adjudicatario del servicio de abonar a FCC ese importe. Esa obligación se incorporará en el nuevo pliego de contratación que se licitará próximamente.
En este año y medio, las inversiones realizadas pendientes de amortizar alcanzan un importe de 5.029.904 euros, según detalló ayer el ejecutivo local, que es el importe que deberá pagar el nuevo adjudicatario a la actual UTE. Al final del periodo de amortización -en principio, cuatro años- la maquinaria será propiedad del Ayuntamiento, uno de los motivos por los que la remunicipalización queda descartada, al menos, hasta entonces. Sobre el acuerdo cerrado ayer, el gobierno local subraya, igualmente, que el importe a su favor de la bolsa de horas no ejecutadas y la campaña de sensibilización pendiente de ejecución alcanza los 829.677 euros. Además, FCC admite la reclamación económica exigida por el Ayuntamiento, basada en la declaración de lesividad, lo que supone un ingreso en las arcas municipales de un millón de euros. Del mismo modo, el Ayuntamiento reconoce 797.692 euros a favor de FCC por servicios exigidos por la administración no contemplados en el contrato, algo por lo que la UTE reclamaba 3,1 millones de euros.
Tras conocer la noticia, desde el comité de FCC su presidente, Juan Carlos Mateos, reclamó que “gestione quien gestione el nuevo servicio, cumpla lo que está pactado”. Olvidada la última amenaza de huelga, la plantilla explica que la empresa ha cumplido con lo que les debía, ingresando el dinero que adeudaban, entre otras cosas, y que sólo restaba poner en marcha cambios menores, relacionados con acuerdos sobre los cambios de turno y categorías.
El coordinador general del área económica del Ayuntamiento, Iñaki Gurtubai, asegura que el acuerdo “se pone fin a la conflictividad del anterior contrato, dando paso a uno nuevo que nos permitirá mejorar el servicio para que Vitoria esté más limpia y mejor”.
El presidente del comité de trabajadores de FCC, Juan Carlos Mateos, apunta que la plantilla estará atenta al nuevo pliego de condiciones que el Ayuntamiento sacará a concurso para comprobar que se mantienen sus derechos laborales.