vitoria - Un trámite tan habitual y básico como renovar el Documento Nacional de Identidad (DNI) puede convertirse en un auténtico calvario en función de quién tenga la obligación de cumplirlo. Si no que se lo digan al joven gasteiztarra Jon Aparicio, usuario de silla de ruedas, y a su madre Maribel. La comisaría de la Policía Nacional ubicada en la calle Olaguíbel, donde también se expiden los pasaportes y pueden cumplimentarse otros trámites, continúa suspendiendo en accesibilidad a las puertas del año 2019, pese a contar con una rampa que salva su escalón exterior y un elevador junto a sus ocho escaleras de entrada. Jon y Maribel fueron ayer los últimos damnificados por este motivo. No en vano, el elevador no soporta una carga superior a los 150 kilogramos, muy limitados para sillas como la que utiliza Jon para desplazarse. En su caso, su herramienta de movilidad pesa por sí sola más de 200.

“Estoy un poco harta de que se gaste el dinero público en hacer jardines y no en adaptar estos espacios”, critica Maribel en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Jon pudo finalmente abandonar ayer la céntrica comisaría con su documento renovado, pero después de esperar alrededor de dos horas a pie de calle, con una temperatura ambiental gélida y pese a tener una cita previa ya concertada... para el viernes de la pasada semana.

A la vista de que “no es la primera vez que hay problemas” por este mismo motivo en espacios públicos de lo más variopinto, Maribel se aseguró al contactar telefónicamente con la comisaría para pedir cita de que el lugar contaba con las condiciones mínimas de accesibilidad. “Me dijeron que había un elevador homologado, así que vinimos por primera vez el pasado viernes”, detalla Maribel, para intentar renovar el DNI.

Nada más lejos de la realidad, porque el elevador que permite acceder a la sala de espera y de expedición de los DNI y los pasaportes no podía soportar el peso de la silla del joven. Pese a que no es el primer caso de estas características que se produce en la comisaría y a que existe un proyecto para mejorar esta entrada, sus condiciones actuales distan de hacerla accesible. “Nos dijeron que podía venir alguien a casa, pero mi hijo puede manejarse perfectamente en silla de ruedas y no me parece normal que esto esté sin adaptar con toda la gente que hay en Vitoria en la misma situación. Al final nos volvieron a dar cita para el lunes -por ayer-”, explica la madre. Un funcionario sacaría todo el material necesario para realizar la renovación del DNI, ordenador incluido, hasta las escaleras exteriores.

en las escaleras Maribel y Jon volvieron ayer a la comisaría a la hora prefijada, concretamente a las 12.30 horas, pero no pudieron salir con el DNI renovado hasta alrededor de las 14.30. “La persona que nos iba a atender no podía y hemos tenido que escuchar pegas y quejas”, relata Maribel. Finalmente, tras una larga espera, pudieron cumplimentar el trámite. Valiéndose de una alargadera, el ordenador pudo ser sacado hasta la entrada y Jon por fin pudo renovar su documento. No sin tener que ausentarse del colegio por segundo día consecutivo.

21 años después de la aprobación de la Ley 20/1997 para la Promoción de la accesibilidad, un hito fundamental en el camino hacia la supresión de las barreras urbanísticas y arquitectónicas, las personas con diversidad funcional siguen enfrentándose en su día a día con múltiples obstáculos que deberían ser incompatibles con ella.

Suspenso. La comisaría de la Policía Nacional ubicada en la calle Olaguíbel, donde se expiden el DNI y los pasaportes y también pueden cumplimentarse otros trámites, continúa suspendiendo en accesibilidad a las puertas del año 2019 pese a contar con una rampa que salva su escalón exterior y un elevador junto a sus ocho escaleras de entrada.

El último caso. Jon Aparicio y su madre Maribel han sido los últimos damnificados por este hecho. Tras dos visitas a la comisaría, el joven pudo renovar por fin ayer su DNI en un puesto de atención improvisado en sus escaleras exteriores.

La madre de Jon se mostró resignada en conversación con DNA.

150

Kilos soporta el elevador.