Vitoria - El gobierno central ha iniciado el camino hacia la creación de una red de electrolineras. Ha esbozado una hoja de ruta que implica a las gasolineras e incluso ha anunciado la imposición de multas millonarias a aquellos expendedores de combustible que no cumplan con los plazos para su reconversión a punto de recarga eléctrica. Lo único que no ha hecho, por el momento, es comunicar oficialmente ninguna de estas medidas a los responsables de las gasolineras, que se han enterado de las novedades por la prensa. Varias de las responsables de las estaciones de servicio de Vitoria se reconocen sorprendidas por la manera en la que se han difundido estas informaciones y coinciden en apreciar grandes dosis de “improvisación” en los planes del Ministerio de Transición Ecológica. Aunque aseguran que cumplirán con la ley, como han hecho siempre, prefieren aguardar a la notificación oficial para valorar los detalles de esta presuntamente urgente reconversión, máxime teniendo en cuenta que la metamorfosis a electrolinera puede suponer una inversión superior a los 100.000 euros por establecimiento.
Enriqueta Iglesias, responsable de la céntrica estación de servicio Echevarría de Vitoria, advierte de que el planteamiento gubernamental arroja más sombras que luces. Señala, por ejemplo, que no se sabe lo que sucederá con los vehículos mientras repostan, ya que el proceso requiere de, al menos, 20 minutos de espera. “¿Qué van a hacer los clientes? ¿Dejar el coche aquí mientras van a hacer recados? ¿Y qué sucede si una vez acabada la recarga no llega el cliente? ¿Nos convertimos en un parking y guardamos los vehículos hasta que vuelvan los dueños?”, se pregunta.
La responsable de esta concurrida gasolinera explica que su establecimiento siempre cumple escrupulosamente con la normativa para garantizar su continuidad en esta privilegiada ubicación. Recuerda que hace bien poco que tuvieron que hacer frente a una inversión de calado para adecuarse a la instrucción técnica complementaria MI-IP 04, que obligó a instalar dobles paredes en los tanques subterráneos de combustible de cara a reforzar los sistemas de prevención ante fugas y a reducir las probabilidades de contaminación de los suelos. Aprovecharon aquel requerimiento para realizar una preinstalación de poste eléctrico, aunque de momento no han ido más allá.
Iglesias afirma que existe inquietud entre los clientes de su estación de servicio. Éstos se preguntan qué van a hacer con sus viejos vehículos y muchos de los que se habían decidido a cambiar de coche han postergado sus planes a la espera de que se clarifique la situación. “Se plantea un cambio muy importante, pero de forma poco seria. No se ha hablado ni de subvenciones ni de incentivos para animar a la sustitución de los vehículos, y se habla de coches de combustión como si fueran todos iguales, cuando lo cierto es que los nuevos apenas contaminan”, explica.
Icíar Onaindia, responsable de la red de gasolineras que llevan su apellido, señala, igualmente, que tampoco tiene constancia de notificación oficial alguna. Eso sí, ya ha comenzado a recibir publicidad de empresas que le ofrecen todo tipo de postes de recarga eléctrica. El problema, según refiere, es que no existe un estándar al respecto. “Han dicho en los medios que hay que reconvertir las gasolineras en electrolineras, pero nada concreto. Hay por lo menos cuatro tipos de enchufes diferentes. ¿Cuál es el que debemos instalar? ¿El que funciona para BMW? ¿El de Renault? ¿El que se prepara para Ford? Son diferentes e incompatibles entre sí. Y no, no existen adaptadores”, detalla.
sin comunicación Desde el Sindicato empresarial alavés de gasolineras, agrupación a la que pertenecen sus estaciones de servicio, tampoco se les ha comunicado nada aún. Considera que los planes gubernamentales no muestran “ninguna planificación” y asegura que no adoptará ninguna medida hasta que adquieran mayor concreción. Recuerda que en su momento hubo quien transformó radicalmente su establecimiento para adaptarse a las indicaciones que llegaban desde Madrid en materia de biodiesel y etanol. El anunciado boom de los biocarburantes nunca llegó y las inversiones realizadas no se amortizaron.
Por si esto fuera poco, a Onaindia le resulta cuando menos curioso que al mismo tiempo que se habla de conversión y multas, el gobierno central conceda nuevas licencias para estaciones de servicio “tradicionales”, es decir, sin enchufes.
Beatriz Martínez de Cañas, responsable de la gasolinera de Cepsa situada junto al Ruta de Europa y de, por ejemplo, el punto de autoservicio de combustible del Alto de Armentia, se muestra igualmente sorprendida por la ausencia absoluta de comunicaciones oficiales al respecto. “Tendríamos que modificar completamente la estación de servicio, porque no hay nada hecho. No tenemos sitio para ubicar estas nuevas instalaciones eléctricas”, explica. “En una de estas gasolineras atendemos fundamentalmente a camiones, y está expresamente preparada para ello, con mangueras de gran caudal para que no tengan que esperar. Tendríamos más problema todavía”, amplía.
“Es raro que no haya llegado información oficial, porque cuando se habla de sanciones, y sobre todo si son tan importantes, lo normal es que lleguen rápidamente las comunicaciones”, valora.
La responsable de la gasolinera Echevarría, situada en portal de Castilla, lamenta que se hayan anunciado los cambios sin haberse estudiado los detalles necesarios para la reconversión.
La responsable de las estaciones de servicio Onaindía asegura que no es factible avanzar hacia las electrolineras con el actual grado de improvisación.
En el caso de la gasolinera que gestiona Martínez de Cañas, situada junto al Ruta de Europa, la mayoría de las instalaciones están especialmente diseñadas para mejorar el servicio a los camiones, por lo que la reconversión que se intuye sería mucho más profunda para ella.
20
Minutos es el tiempo mínimo que, de acuerdo con los sistemas disponibles, tarda de media un coche eléctrico en recargar sus baterías.
Usuarios. Quienes ya disponen de un vehículo eléctrico y lo emplean por la ciudad, lo recargan por la noche en sus casas. De ahí que por el momento la demanda de recarga eléctrica sea nula.