VITORIA - La maratoniana jornada de debate, votación de enmiendas y aprobación provisional de las ordenanzas fiscales para 2019 se consumió ayer en medio de un parsimonioso ritmo y farragoso intercambio de reproches entre las formaciones municipales. Al filo de las seis de la tarde de ayer, se dio carpetazo a la comisión de Hacienda que desterró cualquier tipo de sobresalto e inclusión de una nueva enmienda. El medio centenar de puntos incluidos en el orden del día desembocaron, de manera repetitiva, en una votación final donde el equipo de gobierno (PNV-PSE) hizo valer el acuerdo, reeditado la pasada semana, con el PP para prolongar junto a los conservadores el pacto fiscal vigente este ejercicio. De este modo, fueron baldíos y quedaron reducidos a meros discursos ante los micrófonos, los intentos de los grupos del frente de la izquierda municipal, EH Bildu, Podemos e Irabazi, de tratar de introducir algún cambio y modificación en los impuestos, tasas y precios municipales que van a rascar el bolsillo de todos los gasteiztarras el año próximo.
congelar impuestos; subir tasas La consecuencia de esta intensa jornada de debate va a suponer que los grandes impuestos de la ciudad vean congelados su recibos en el ejercicio entrante. La única noticia positiva será la rebaja, en un 2%, en el Impuesto de Vehículos. En lo referido a las tasas y precios municipales, el precio del carnet de las piscinas, la OTA, las actividades en centros cívicos o las escuelas infantiles van a subir un 2%. Quedan fuera de esta regla el precio del agua, las basuras y el billete de los autobuses de Tuvisa, que no van a ver incrementado su recibo o precio de cada viaje.
Con la alargada sombra de la cita con las urnas dentro de ocho meses, el comienzo del debate de ayer no pudo escapar a ese aire electoral que empieza a impregnar cualquier acto, movimiento o discurso de cada formación política. Los portavoces de los seis partidos expusieron en su primera intervención las posiciones ya conocidas y que han defendido a lo largo del proceso de negociación de las ordenanzas. Así, la máxima responsable de las finanzas de la ciudad, Itziar Gonzalo, recalcó las bondades del proyecto del gobierno, al que han añadido las propuestas llegadas desde el bando popular. “Cumpliremos nuestro objetivo de garantizar la capacidad inversora sin que se resienta el músculo económico del Ayuntamiento”, sentenció satisfecha la jeltzale en su intervención. Quiso recordar que se trata de un documento de ordenanzas fiscales que “mira a las familias a la hora de pagar y garantiza el mantenimiento de los servicios públicos”. Aprovechó también la ocasión para recordar que el acuerdo con el PP espanta el peligro de “propuestas que pudieran suponer un recorte de los ingresos municipales”, en alusión a los planteamientos que defendieron las formaciones de la izquierda. En la misma línea de satisfacción fueron las palabras de la responsable de Cultura, Estíbaliz Canto que, como socio de gobierno de los jeltzales, ensalzó la “apuesta por el diálogo y la consecución de acuerdos como objetivo permanente de este equipo de gobierno”. Repitió los mismos argumentos que los expuestos por su compañero, Peio López de Munain, al anunciar el acuerdo del pacto fiscal hace una semana.
El PP marcó su propia impronta a la hora de resaltar un acuerdo con el equipo de gobierno que logra “beneficiar a familias y negocios de Vitoria. Hemos conseguido un acuerdo fiscal que es bueno para los vitorianos”, concretó exultante su portavoz, Leticia Comerón. Reiteró el logró de este nuevo acuerdo para “volver a pagar menos impuestos en 2019, como ya hicimos el año pasado. Vitoria necesita buenos acuerdos ahora más que nunca”.
CRÍTICAS DE LA IZQUIERDA Lejos de este triunfalismo desplegaron sus discursos EH Bildu, Podemos e Irabazi. Desde las filas abertzales, fue también su portavoz, Miren Larrion, quien lamentó la “oportunidad perdida” por segundo año consecutivo de haber logrado una “fiscalidad más justa y progresiva. Tildó de “bajo perfil y debate gris” la extensa sesión celebrada ayer, y apuntó a la nota de color que supuso la “confrontación de posturas políticas y de modelo de ciudad”, planteada por las formaciones de la izquierda. Desde Podemos, aludió Jorge Hinojal también al “viejo y rancio modelo” que supone reeditar el pacto PNV-PP. Aludió también a la repetición de una fórmula en la que de nuevo “acuerdan primero los ingresos sin saber en qué se quieren gastar el dinero”, apostilló el portavoz de la formación morada ayer en el Consistorio.