amurrio - Optimismo. Ésa es la palabra que mejor define el sentir generalizado de la denominación de origen Arabako Txakolina ante el estado del viñedo, tras la atípica climatología sufrida esta primavera y verano que en nada ha beneficiado, por ejemplo, a los cultivos hortícolas o frutales de la comarca ayalesa. “En estos momentos nos encontramos, en líneas generales, en una situación de buena sanidad que no puede ocultar algunos problemas puntuales de mildiu muy agresivo que, para algunas fincas, ha supuesto fuertes pérdidas de producción”, explica el secretario-gerente de la denominación, José Antonio Merino.

Con todo, “afortunadamente, han sido los mínimos y ahora mismo pensamos que los niveles productivos van a estar en buenas cifras”, subraya, sin querer especular con porcentajes, pero “bastante optimistas” ante la situación final de la campaña 2018. Y es que, sí existe una preocupación generalizada con la botritis, por lo que prefieren esperar a observar la evolución atmosférica de las próximas semanas antes de lanzar las campanas al vuelo.

No en vano, el sector txakolinero aún tiene muy presente el auténtico batacazo productivo sufrido el año pasado, cuando las vides no lograron recuperarse de la nefasta helada de San Prudencio y, en consecuencia, las bodegas sólo pudieron recepcionar 373.024 kilogramos de uva que se materializaron en, aproximadamente, 345.000 botellas de txakoli aunque de muy buena calidad.

En concreto, el desplome de producción fue de un 43%, respecto a la cosecha histórica de 2016 (659.126 kilogramos y 630.000 botellas), y vino de la mano de un adelanto de 20 días en la vendimia. “Algo sin precedentes en nuestra Denominación de Origen”, recuerda Merino, que estima que la de este año volverá a la fecha tradicional del puente del Pilar; es decir, en torno al 10 de octubre. “Claro que todo depende de lo que nos depare el mes de septiembre, ya que aunque a las noches está haciendo frío, si a lo largo del día se mantuvieran esos fríos tendríamos nuevos problemas y se iría atrasando la fecha”, matiza.

Nuevos premios Por otro lado, la vuelta de las vacaciones ha traído muy buenas noticias para los txakolis alaveses, ya que dos de sus bodegas (Astobiza de Okondo y Artomaña Txakolina en Amurrio) han vuelto a cosechar reconocimientos internacionales. Por lo que respecta a la okondotarra, ha sido la London Wine Competition la que ha situado a dos de sus caldos (Malkoa y Astobiza vendimia tardía) dentro de su lista anual Los mejores vinos de valor de 2018. “En un listado de nueve vinos son los únicos txakolis y supone un fuerte espaldarazo a los esfuerzos de esta bodega por posicionarse en el mercado británico y ganar presencia en otros países como Japón, Canadá y México”, enumera Merino. Asimismo, la bodega Artomaña Txakolina ha conseguido una nueva medalla de oro con su txakoli Eukeni 2017, en el concurso de vinos Singapore Awards 2018.

Artomaña Txakolina. Esta bodega ha conseguido una nueva medalla de oro con su txakoli Eukeni 2017 en el concurso de vinos Singapore Awards 2018.

Astobiza. Ha conseguido premio en London Wine Competition con sus vinos Malkoa y Astobiza vendimia tardía.