euskadi en general y Álava en particular serán dos de los territorios más madrugadores del Estado en afrontar la ya inminente vuelta al cole. La fecha marcada en rojo en el calendario de miles de familias vascas es este próximo viernes 7, momento en el que arrancarán las clases tanto en Infantil y Primaria, como en ESO, Bachillerato y FP, dando así inicio a un nuevo curso que en un ámbito más local tendrá como principal novedad la apertura del nuevo instituto de Zabalgana.

Un anhelado recurso educativo que, en su estreno, acogerá a 198 jóvenes alumnos de primero, segundo y tercero de ESO que en los ejercicios previos han tenido que cursar sus estudios en el antiguo instituto Ramiro de Maeztu, mientras los operarios y las máquinas trabajaban en Portal de Zuazo, donde ahora se ubicará su nuevo hogar académico. Será sólo el 20% del total de los 940 alumnos de capacidad máxima que el flamante instituto podrá acoger en el futuro.

Habrá que esperar al menos hasta el año que viene para que el alumnado del futuro centro de Infantil y Primaria de Errekabarri, en Salburua, estrene esta infraestructura. Más lejano en el tiempo se vislumbra la puesta en marcha del centro Aldaialde, de vuelta a Zabalgana. Al margen de avanzar en estos nuevos recursos públicos, el Departamento vasco de Educación ha realizado a lo largo de este pasado verano un total de 62 obras menores de acondicionamiento y mejora en centros educativos alaveses, tanto de Infantil y Primaria como de Secundaria, con el objetivo de acondicionar sus instalaciones de cara al nuevo curso y preservar los colegios en condiciones de funcionalidad, habitabilidad y seguridad. Trabajos que han consistido en readecuar y modernizar aulas, arreglar suelos y techos, redistribuir espacios, sustituir ventanas o arreglar carpinterías interiores, pequeños trabajos de escasa complejidad y que, por tanto, no han precisado de proyectos técnicos.

Por lo demás, cuando resta poco menos de una semana para la vuelta al cole, las familias alavesas ultiman todos los preparativos para que sus hijos tengan todo listo, o por lo menos casi todo, cuando toque arrancar el curso. Sin embargo, aquellas escenas habituales de la recta final de agosto y de este inicio de septiembre, de grandes aglomeraciones en las librerías o las papelerías, se han convertido ya definitivamente en parte del pasado.

La progresiva generalización de las compras on line, que adelantan este trámite a comienzos del verano, así como la del préstamo de libros o incluso la implantación cada vez mayor de los materiales digitales y las tablets han reducido de forma drástica la afluencia de compradores en este tipo de establecimientos. Algunos profesionales hablan incluso de una caída del 50% en las ventas a lo largo de los años recientes por estos cambios de hábitos, algunos de los cuales tienen un recorrido mucho mayor en el tiempo, como es el caso del préstamo de publicaciones. “Parece que funciona bien y que, por lo que oímos, la gente está a gusto”, corrobora Ane Agirregomezkorta, responsable de librería de Elkar.

En el establecimiento de la calle San Prudencio se respira de hecho en el momento de realizar este reportaje una tranquilidad que parece impropia para la época. “Empezamos la campaña de texto en junio, porque la gente ahora en cuanto acaba el curso ya viene a preguntar por los libros del siguiente. Normalmente se hace con antelación. Si no están en la tienda, se hacen por pedido. Y cuando está el pedido, se entrega. Durante todo el verano vamos trabajando así”, expone Agirregomezkorta.

goteo Un goteo permanente de clientes a lo largo de la estación estival que hace que no se acumule todo el trabajo en estas fechas y al que también beneficia la proliferación de las compras on line, una modalidad que al menos en el caso de Elkar puede ser extensible a todo tipo de material, también de papelería.

Muy cerca, en La Casa del Libro, las sensaciones y las reflexiones se repiten, tal y como certifica su directora, Amalur Bilbao. “Estas fechas está todo bastante tranquilo. Parece que la gente está esperando a final de mes para cobrar o que todavía no ha llegado de vacaciones. Hemos tenido muchas menos reservas de texto que otros años. Además, la gente se decanta por comprar on line y, sobre todo, por la segunda mano”, expone la profesional, que se muestra al mismo tiempo muy crítica con la práctica cada vez más habitual de revender los libros de texto usados, aunque todavía “vivos”, en detrimento del intercambio puro. “Las Ampas de los centros lo fomentan y creo que negativamente, porque es un change que no es real. Son productos vigentes y que no se pueden vender como segunda mano. Es una reventa por 20 euros. Otra cosa es que hagas un trueque, libro por libro, que como en todo es totalmente lícito”, expone Bilbao.

La progresiva digitalización de los materiales “también ha influido mucho” en la carga de trabajo de las librerías según Bilbao, ya que son los propios centros educativos los que negocian las licencias con las editoriales . “Nos perjudica, pero lo entendemos porque es legal”, reconoce la responsable de La Casa del Libro. Estas circunstancias sumadas una a otra han hecho que todo “haya cambiado muchísimo”, según Bilbao. “Ya no es como antes, que llegaba septiembre y esto era una locura. Ha bajado muchísimo”, insiste.

La “tranquilidad” también se respira estos días en otra librería histórica de Gasteiz, Ayala, donde desde detrás del mostrador Elena Santamaría también reconoce que el flujo de clientes “se ha reducido muchísimo” por estas fechas. “Otras veces nos hemos quedado en agosto para que salga texto, pero ahora va mucho por Ipad. Esto supone que las ventas se reducen a la mitad o menos. Y la papelería también, porque ya no hay cuadernos ni lapiceros”, expone Santamaría, quien también se refiere tanto a la compra on line como al reciclaje de publicaciones. “Todo quita y muchísimo. Aprovechar libros siempre se ha dado y me parece lógico, porque no son baratos. Pero lo que más quita es el tema de la tablets. En la mayoría de los sitios se trabaja ya así desde tercero de Primaria”, recuerda la librera.

Como todos los años por estas fechas, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una serie de recomendaciones a las familias para que la vuelta al cole sea, dentro de lo que cabe, lo más liviana posible para sus bolsillos. Por ejemplo, la OCU aconseja planificar un presupuesto y poner por escrito los gastos necesarios, lo cual “evitará las compras compulsivas”, y recuerda también que “estrenar curso no es sinónimo de estrenar mochila”. También recomienda a los consumidores no comprar todo a principio de curso, “pues hay cosas que los alumnos no necesitan hasta más adelante o pueden reutilizar las del año anterior”, como puede ser el caso de las zapatillas de deporte actuales. “Les pueden valer todavía un par de meses y en septiembre no hay que adquirir todavía el abrigo o el plumas. Asimismo, la OCU asevera que no siempre es más barato aprovechar algunas oportunidades, pues quizá no se necesita una “súperoferta de diez cuadernos”. Como en todo, sentido común.

La responsable de librería de Elkar contextualiza el goteo de clientes que llega a este establecimiento durante todo el verano.

La directora de La Casa del Libro reconoce que la afluencia de clientes se ha reducido “muchísimo”.

La popularización de los materiales digitales ha reducido en Ayala de forma muy importante las ventas en librería y papelería.

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De septiembre. Fecha en la que el alumnado alavés regresará a las aulas, este próximo viernes.