vitoria - “Venimos ahora que las fiestas han acabado. En la oficina de Turismo nos aseguraron que Vitoria es mucho más que La Blanca, tiene mucho para ver”, asegura una pareja de turistas procedente de Valencia. Pese a que las fiestas patronales de la capital alavesa terminaron hace ya varios días, el turismo no se detiene en Gasteiz. La ciudad es objeto de interés para numerosos viajeros, especialmente aquellos que provienen de otras comunidades autónomas. La calidad de vida, el entorno y la gastronomía son sólo algunos de los muchos atractivos que llaman la atención de los visitantes.

Desde hace tiempo, las instituciones trabajan de forma constante para acrecentar el turismo en la provincia alavesa y, según algunos de los datos territoriales proporcionados por la Diputación Foral de Álava, la tendencia turística es positiva. A lo largo del año 2016 se batió el récord histórico de visitantes y pernoctaciones en la capital alavesa, con más de 432.000 entradas y 804.000 noches en los hoteles y agroturismos de Álava. Si positivos fueron los datos de hace dos años, aquellos obtenidos en 2017 superaron con creces todas las expectativas, puesto que las comarcas en donde el turismo solía ser más débil, como Añana, Montaña Alavesa, Ayala y Llanada Alavesa, presentaron aumentos del 14,1% en cuanto a llegada de viajeros procedentes de múltiples lugares.

¿Qué factores se esconden tras dichos datos? Los propios turistas tienen la respuesta a dicha pregunta. Los encantos de la ciudad blanca encandilan y sorprenden a muchos de ellos a partes iguales. Ese es el caso del matrimonio de origen valenciano que visita por primera vez Gasteiz. Entre sus planes, según comentan mientras observan a su alrededor la Plaza Nueva con la mirada algo desorientada, no faltan los paseos por el Casco Histórico del municipio gasteiztarra, algo que desde la oficina de turismo, junto al Ayuntamiento, les recomendaron por su encanto medieval.

A pocos pasos de dicha pareja, bajo los arcos de piedra de la misma plaza se encuentran cuatro miembros de una familia proveniente de la costa mediterránea. El grupo, formado por dos cuñadas, Isabel Contreras y Montse Mas, y sus respectivos maridos, Pedro Torrent y Juan Torrent, espera su turno a la entrada del punto de información turística. “Hemos elegido Euskal Herria y vamos a pasar de una capital a otra durante el viaje”, afirma Mas. “Hoy nos toca Vitoria, mañana Bilbao y ayer pudimos visitar Pamplona”, apunta. Los cuatro gironenses coinciden en que les encanta Gasteiz y destacan la amabilidad de sus habitantes. “Aquí sois más abiertos, los catalanes somos más cerrados. Con decirte que buscábamos la oficina de turismo y unos chicos jóvenes se ofrecieron a llevarnos hasta ahí... Eso en otros sitios no pasa. O te indican para otro lado o te mandan a tomar viento”, responde Mas, quien no duda en montar, por sólo cuatro euros, en el Gasteiztxo, el tradicional tren turístico de la ciudad.

pernoctaciones Según informes de la Diputación Foral de Álava en materia de turismo, aproximadamente nueve de cada diez visitantes elige un hotel, hostal o pensión para su alojamiento en el territorio, mientras que uno de cada diez prefiere instalarse en un agroturismo, una posibilidad que obviamente cuenta con más peso fuera de la capital alavesa. Cumpliendo con dichas estadísticas, la familia Espigares, de doce miembros, decide hospedarse en una casa rural cercana. “Nos quedamos una semana, es nuestra primera vez en el País Vasco y queremos recorrerlo en un coche que hemos alquilado. Hasta ahora los paisajes nos fascinan, es todo muy verde y diferente, ¡y se está muy fresquito!”, apunta entre risas, frente al monumento de la Plaza de la Virgen Blanca, uno de los jóvenes del grupo formado por personas originarias tanto de Granada como de Mallorca.

Quien también tiene pensado quedarse unos días en el territorio histórico es una familia gironense de tres miembros: Xavier Muriscot, su mujer Isabel Mas y su hija Julia. “Nos hemos venido al norte porque nos dijeron que en el centro de España nos iban a dar caña”, afirma entre una carcajada y otra el padre de familia. Los tres se hospedan en un pueblo navarro, un “punto estratégico” según dice Muriscot, desde el cual se desplazan fácilmente por las tres provincias vascas.

“Aunque ya habíamos pasado por Vitoria, es la primera vez que entramos a la ciudad. Nos está gustando mucho, a ver la gastronomía qué tal”, ansía el padre mientras pasea por la transitada plaza de la Virgen Blanca. El buen hacer y el sabor de la comida alavesa es un secreto a voces y lo mismo opina Salvador Rivero, un profesor de golf madrileño, que disfruta de una temperatura agradable junto a Margarita Mañas, su acompañante. “En España se come bien en todos lados, aunque aquí lo que es el salmón y el pisto están riquísimos, y ni hablar de las birras o el vino que ya, bueno, es la leche”, ríe el profesor. Pocas cosas, asegura él, tiene Gasteiz en común con Madrid. Aún así, entiende, con gracia, el pesar de la población alavesa al no contar con playa propia, situación similar a la de la gran capital nacional. “Vitoria me gusta mucho, ya he venido en anteriores ocasiones. Lástima que no tengáis playa, pero el pantano lo tenéis precioso!”, garantiza el madrileño tras remangar su camisa.

Lo que está claro es que Gasteiz gusta y mucho, tanto para los que vienen del extranjero como los que no. El turismo bate récords cada año en la capital alavesa, las instituciones continúan ofreciendo alternativas culturales y de ocio para atraer a los visitantes. Los números no mienten. Gasteiz es un punto de referencia turística, algo que seguramente lo seguirá siendo por mucho tiempo más.

En aumento. Hace dos años Álava batió su récord histórico de visitantes y pernoctaciones. 2017 volvió a superar las cifras con un aumento del turismo del 14,1%. Se estima también que este año el turismo volverá a superar todas las expectativas en el territorio histórico.

La Blanca. Pese a que las fiestas patronales de la capital alavesa sean el reclamo para muchos turistas, lo cierto es que Gasteiz es mucho más que eso. La gastronomía, los paisajes y su gente son perfectas tarjetas de visita para los visitantes.

Esta familia de Mallorca y Granada destaca, como muchos de los turistas que pisan por primera vez suelo alavés, que en el norte se está “muy fresquito”.