el abrasador calor que azotó Gasteiz en la tercera jornada de La Blanca no amedrentó a los miles de vitorianos que se desperdigaron por todos los rincones de las arterias centrales de la ciudad y la cacareada ola de calor se convirtió en un tsunami festivo. Ni tan siquiera se notó el temido efecto lunes, que amenazaba con mermar la presencia de almas en las calles una vez superado el masivo descorche de las fiestas durante el fin de semana.
Intentar moverse con tranquilidad por la zona peatonal se convirtió en un auténtico galimatías por las riadas de personas que deambulaban de una calle a otra, unido al sol y calor que emanaban del asfalto. A todo ello se le adjuntó el inevitable encontronazo con el rosario de eventos organizados por unas activas cuadrillas de blusas y neskas, empeñadas en dotar de vida y actividad a la ciudad más allá de la algarabía nocturna. Contradiciendo a las recomendaciones de las autoridades de no realizar deporte en las horas de más calor, la plaza del Artium acogió a mediodía una master class de zumba. Los blusas de Jatorrak siguieron el ejemplo y se protegieron a la sombra del imponente cubo de hormigón de la entrada al museo. Dejaron que un par de compañeros se esforzaran en tratar de seguir los pasos frente a docena y media de neskas perfectamente ataviadas con la indumentaria deportiva y más sentido del ritmo y coordinación.
dibujo, atletismo y juegos Ya metidos en el cogollo de Gasteiz, la plaza de los Celedones de Oro y la contigua Plaza Nueva fueron punto de obligada parada. Allí, las diferentes cuadrillas desplegaron su poder de convocatoria con eventos que mezclaron un cursillo de iniciación al atletismo, certamen de pintura infantil o una zona de diversión para los más pequeños con diversas actividades preparadas, y que contaron todas ellas con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Junto al edificio de Correos, un año más, los integrantes de Basatiak desplegaron su particular reino de Basatilandia, por decimocuarto año. Cautivaron a los más txikis para tomar parte en su taller de chapas, pintacaras, plasmar su inspiración individual en el gran mural colectivo o disfrutar con unas peculiares versiones del juego de la rana, las mazorcas y la carrera de sacos. “Es una manera de tener entretenidos a los txikis y que los aitas se olviden de ellos durante un rato”, explicó a DNA uno de los monitores que estaba al tanto y vigilancia de los participantes. Los más pequeños además abandonaban encantados y orgullosos este parque temático, con su globo anudado a la muñeca.
El cuadrado perfecto de la Plaza Nueva, ideado por el ilustre Olaguíbel, fue un anticipo a lo que desde hoy es el estadio olímpico de Berlín, con la disputa de los campeonatos europeos de atletismo. La cuadrilla Galtzagorri recreó allí un foso para el salto de altura, con su pista de tartán incluida. Fueron primero los más pequeños y los blusas más osados los que se enfrentaron al reto de saltar sin derribar el listón. La exigencia no fue mucha, al no estar la altura por encima de los 80 o 90 centímetros que algunos lograron rebasar. Cuando se elevó el listón, fueron los integrantes del Barrutia Atletismo Elkartea los que demostraron su pericia. Irene Saiz y Pablo Martínez de Guereñu se alzaron con el triunfo en esta exhibición organizada por blusas y neskas de Galtzagorri.
Ajenos a la exigencia atlética, Nekazariak optó por dar rienda suelta a la creatividad de los más pequeños en una de las esquinas de la Plaza Nueva y con un implacable sol. Cerca de una docena de txikis se adueñaron de pinturas y rotuladores para plasmar en las cartulinas en blanco su particular visión de este mundo y planeta digital.
Las actividades fueron más allá del horario matinal. Tras la obligatoria rehidratación sólida y líquida del mediodía, hubo que acometer primero el segundo de los paseíllos antes de afrontar las actividades vespertinas. Okerrak se inclinó por la vertiente más tradicional con la quinta edición del campeonato de bolo alavés que puso a prueba la pericia de blusas y neskas a la hora de hacer rodar la bola por la estrecha tabla de madera y derribar los pivotes de madera al final del trayecto. Nekazariak, en honor a su nombre, se decantó por la novedad competición Álava en carretilla, que no pudo escoger un mejor y más apropiado marco que el renovado y estilizado mercado de la Plaza de Abastos para esta ocasión.