vitoria - Practicaba footing por la calle El Peregrino de Vitoria cuando metió el pie en un agujero causado por la ausencia de una baldosa, tropezó y cayó al suelo sufriendo diversas lesiones como consecuencia de todo ello. Demandó al Ayuntamiento y le reclamó más de 25.000 euros de indemnización, pero el Consistorio no deberá pagar compensación alguna al vecino, ya que el magistrado del juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Vitoria no considera que sea responsable del incidente. Es más, responsabiliza del mismo al deportista por no prestar la debida atención mientras corría por la calle.

Los hechos juzgados se remontan a 2015. El accidente se produjo concretamente a las 11.00 horas, por lo que la visibilidad era buena. El demandante explicó que se encontraba practicando running por la citada vía cuando sufrió el tropezón con el agujero, localizado junto a una arqueta de alumbrado. Sufrió una contusión en la rodilla derecha y un esguince de grado dos en el tobillo izquierdo. Reclamó al Ayuntamiento 25.937 euros por entender que la falta de mantenimiento de la acera, y por ende el accidente, eran ambos responsabilidad municipal.

El juez, sin embargo, no comparte su punto de vista. Arranca su resolución estableciendo que para establecer una reclamación patrimonial debe existir “una actuación administrativa, un resultado dañoso y una relación de causa y efecto entre aquella y éste”.

Entiende el magistrado que no existe tal relación de causalidad entre el resultado lesivo y el funcionamiento del servicio público, y subraya que es exigible una “atención mínima” para deambular por la calle. Señala que ninguna otra persona sufrió accidente alguno en este punto y que, dada la hora del día en la que se produjo, el agujero era perfectamente visible. Indica que el Ayuntamiento no es responsable de lo sucedido y apunta que las administraciones no pueden ser “aseguradoras universales de todos los riesgos con el fin de prevenir cualquier eventualidad desfavorable para los administrados”, por lo que desestima el recurso. - A. Burdain