Ayala - Un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, dirigido por el arqueólogo ayalés Jon Obaldia, va a acometer la semana próxima una serie de catas en la cima del monte Babio, perteneciente a la Junta Administrativa de Izoria en Ayala, en busca de restos de un poblado fortificado de la Edad de Hierro. Del citado castro ya se tienen noticias, desde las investigaciones que realizó en el año 1982 el ya fallecido sacerdote y fundador de la asociación etnográfica Aztarna de Amurrio, Félix Murga, que constató que se trataba de un yacimiento “del final de la edad de bronce o de principios de la Edad de Hierro”, rico en restos de cerámica, y con dos murallas concéntricas que abrazan la cumbre, una a unos cien metros “probablemente más antigua” y la otra a unos 300, consecuencia de una ampliación anterior.
Sin embargo, aunque los aficionados a la arqueología de la comarca ayalesa siempre le han seguido la pista, nunca se ha llevado hasta ahora una exploración en condiciones que corrobore científicamente la tesis cronológica de Murga. “La tipología defensiva, con dos murallas paralelas concéntricas, es típica de la Edad de Hierro, que abarca desde el 750-800 antes de Cristo hasta la llegada de la romanización, en el año cero que marca el inicio de nuestra era, pero no sabemos a ciencia cierta si la datación es correcta, y ahora toca demostrarlo”, explica Obaldia a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
El trabajo se desarrollará del 30 de julio al 5 de agosto. Y se harán ocho catas en total y si es posible dos limpiezas de muralla. Está previsto excavar a ambos lados de la muralla porque hay indicios de actividad humana en forma de fragmentos de barro cocido. “El doble cerco muralla indica que tenían agricultura y ganadería, y de ahí las defensas para resguardarse. Por ello, sospechamos que estamos ante un poblado potente, que abarca unas diez hectáreas. La gente de aquella época era pluriempleada y también había entre ellos guerreros, cazadores y recolectores, en un paisaje o entorno similar al actual”, apunta el de Aranzadi que, en las últimas semanas, ha estado llevando a cabo prospecciones, junto a Antxoka Martínez y Sonia San José, en un castro de similares características, conocido como Munoandi y ubicado entre las localidades guipuzcoanas de Azkoitia y Azpeitia.
Poblados autrigones Y es que el de Babio no es un caso aislado, ya que hay “muchos yacimientos de esta época en el mismo Alto Nervión; es decir, poblados autrigones, aunque no intervenidos por la sempiterna falta de financiación”, subraya. Sirva de ejemplo que, en la cima cercana de Peregaña, en la localidad ayalesa de Oceka, hay otro castro fortificado “idéntico, aunque ocupa 20 hectáreas”, que sí fue intervenido en los años 80 también por Félix Murga. “En este caso sí se corroboró que era de la Edad de Hierro. De hecho, creemos que estaban emparentados, por cercanía”, apunta Obaldia. Asimismo, el arqueólogo Armando Llanos documentó restos de este tipo en la zona de Santa Cristina en Saratxo; Antxoka Martínez ya investigó el de Santa Agueda, en el territorio fronterizo entre Bizkaia y Burgos; y en Aloria, Juanjo Cepeda, identificó construcciones de la Edad de Hierro, bajo el yacimiento romano.
Así las cosas, los hallazgos de las catas que se llevarán a cabo la semana próxima en la cima del Babio, se analizarán en un laboratorio para catalogarlos, inventariarlos y restaurarlos si se consideran relevantes. Después se elaborará un informe que determinará si merece la pena continuar las excavaciones en el futuro. “Estamos ante un yacimiento inventariable y sin defensa jurídica, por ello el objetivo es darle categoría de monumento. Algo que implicaría protegerlo por normativa y evitar, con ello, aberraciones como las que se registraron hace 7 u 8 años, cuando hubo quien pensó que el mismo centro de estos restos arqueológicos eran un lugar idóneo para llevar a cabo enterramientos de cenizas y similar”, lamenta Obaldia.
De hecho, para concienciar a la población con la necesidad de respetar este yacimiento y dar a conocer su historia e importancia, se ha organizado para el martes 31 de julio una visita guiada al mismo, que partirá a las 11.00 horas del txoko de Izoria. “También se puede acudir directamente, a las 11.30 horas, a la cima del Babio”, apuntan desde esta Junta Administrativa que, junto al Ayuntamiento de Ayala, es quién va a financiar la prospección, ya que el castro se encuentra en su territorio.
Con todo, quienes han orquestado que esta investigación pueda, finalmente, llevarse a cabo, no han sido otros que miembros de la Asociación Etnográfica Aztarna de Amurrio, tales como Javier Aspuru, Luiso López o Ramón Zurimendi, y culminar así el trabajo iniciado por su fundador hace ya cuatro décadas. “Primero pedimos el necesario permiso de prospección a la Diputación Foral de Álava y, después, hablamos con el presidente de la Junta Administrativa de Izoria, donde está asentado el yacimiento, Julen Ibarrola, que no puso problema alguno, sino todo lo contrario, encantado de que se mueva este asunto, y el Ayuntamiento de Ayala igual”, recuerda Aspuru.
Una vez logrado tanto el consentimiento foral como la financiación, faltaba dar con el equipo de arqueólogos experto. “Cual fue nuestra alegría al saber que Aranzadi andaba detrás de este castro y que, encima, uno de los arqueólogos del equipo era de Izoria”, explican desde Aztarna, en referencia a Jon Obaldia que, ya el pasado mes de mayo, dirigió una visita guiada a la cima del Babio, organizada desde la asociación etnográfica de Amurrio, para dar a conocer los restos de este poblado fortificado que, en breve, se sabrá si pertenece a la Edad de Hierro.