Vitoria - Una de las parcelas vacías del barrio de Lakua ya tiene tres dueños nuevos. La Diputación Foral de Álava, la cooperativa Arabarren y la corporación Mondragón, suscribieron ayer un protocolo marco para la construcción y gestión de un nuevo complejo residencial para mayores y discapacitados. El edificio, situado en un terreno ahora vacío de la calle Blas de Otero del barrio de Lakua, contará con 150 plazas públicas, cien de ellas destinadas a la residencia de personas de avanzada edad, 25 para su centro de día y otras 25 para ciudadanos con discapacidad física.

Rodeado por más de diez personas del Gabinete Urtaran, Ramiro González, diputado general de Álava, inició su intervención anunciando que el complejo residencial tomará el nombre de Arabarren, dado que se trata de “un recurso de y para los alaveses, cuyo personal trabajador y gestor será también alavés, y que atenderá a personas de Gasteiz, pero también del conjunto del territorio”. Con una amplia sonrisa, afirmó que el protocolo suscrito representa el pistoletazo de salida de una colaboración que, a sus ojos, abre un nuevo camino para la atención directa a las personas mayores y con discapacidad de Álava. “Para ello, miramos al futuro, al reto demográfico que tenemos a la vista, y garantizamos la sostenibilidad de nuestros servicios sociales”, señaló el dirigente foral.

Además, el diputado general de Álava puso en valor el nuevo modelo de creación de plazas residenciales, que ahora se abre en Álava gracias a la fórmula de colaboración con una cooperativa de iniciativa social. Dicha cooperativa, Arabarren, se halla bajo el paraguas de la corporación Mondragón. González se refirió a la misma como “un referente mundial en cooperativas que nos ofrece una garantía añadida de solidez del proyecto”. Se encargará de la redacción del proyecto, de la ejecución de la obra de construcción y de la explotación del centro, el cual tendrá una gestión de modelo cooperativo. Para ello, contará con el apoyo del grupo LKS-Krean, que diseñará el proyecto, y del asesoramiento de IMQ-Igurco, al ser una empresa referente en la gestión de servicios sociosanitarios.

En cuanto al acuerdo marco inicial, éste incorpora las condiciones principales de colaboración entre las partes y, en concreto, la intención de incrementar las plazas residenciales públicas para personas mayores y con discapacidad física de Álava. La Diputación Foral de Álava establecerá un convenio con la cooperativa Arabarren para la concertación de la totalidad de las plazas del complejo residencial. Asimismo, pone la parcela de la calle Blas de Otero a disposición de esta entidad, lugar en el que se ubicará el centro. El Ayuntamiento de Vitoria, cedió por su parte de forma gratuita el derecho de superficie del solar a la institución foral para su consiguiente edificación.

En este sentido, el complejo residencial integrará tres recursos diferentes en un mismo espacio. Contará con una residencia para personas mayores con cien plazas, un centro de día, también para alaveses de avanzada edad, de 25 plazas y una residencia para personas con discapacidad física con otras 25 vacantes, 15 de las cuales son fruto del acuerdo presupuestario con el grupo juntero del PP. El 100% de las plazas serán concertadas y de carácter público, con lo que el acceso a la residencia será gestionado por el Instituto Foral de Bienestar Social, al igual que lo hace en los centros de gestión directa.

“Este acto constituye un hito importante y único para Álava”, resaltó el diputado general de Álava momentos antes de señalar que todos los trabajadores de Arabarren serán cooperativistas y, por tanto, “parte fundamental del proyecto, no sólo de la atención a las personas usuarias, sino de la gestión del centro.” González manifestó, a su vez, su convencimiento de que el modelo cooperativo aplicado a dicho sector aporta un alto nivel de compromiso del personal con el centro, sus usuarios y el entorno. En sus palabras, ello implica completamente en el proyecto a los trabajadores protagonistas principales de la gestión del centro, y convierte la búsqueda de la satisfacción de los usuarios en su objetivo principal.

Alberto Gorroñogoitia, vicepresidente de la corporación Mondragón, inició, tras González, su intervención agradeciendo a la Diputación Foral de Álava la confianza depositada en el grupo que representa. Reseñó también la presencia e implicación del mismo en el tejido empresarial y social del territorio alavés. Durante su discurso puso el foco en el respaldo y experiencia de la corporación en el ámbito de los servicios sociales, con una apuesta decidida por el cooperativismo como modelo de éxito en la generación de nuevos proyectos diferentes en el sector. Todos ellos, según precisó, sobre un esquema socialmente responsable y dentro de un entorno laboral sostenible donde prima la sociabilización del resultado. “Es una socialización tangible y clara en el ámbito de las residencias, cuyo objetivo es la atención, el cuidado y el agradecimiento a nuestros mayores, dignificando ése momento personal y vital”, comentó.

tres pilares En otro sentido, Amagoia Barandiaran, presidenta de la cooperativa Arabarren, aseguró que ésta nace en Gasteiz como organización de iniciativa social sin ánimo de lucro, “con el objetivo de atender y cuidar de las personas mayores y con discapacidades físicas graves de Álava, en un proyecto participativo, en el que los ciudadanos y entidades del territorio podrán hacer sus aportaciones”. De dicha cooperativa, subrayó, son tres los pilares que la conforman. En primer lugar, “un modelo de atención centrado en la persona, para cuya implantación la cooperativa Arabarren contará con el asesoramiento de IMQ-Igurco”, explicó la presidenta. En segundo lugar, un edificio, diseñado por LKS-Krean Arquitectura e Ingeniería, que “mira al futuro y que incorporará los requerimientos que se recogen en el borrador de decreto de centros residenciales para personas mayores que el Gobierno Vasco pretende aprobar para finales del presente ejercicio”, matizó.

Finalmente, como último elemento sobre el que se apoya la cooperativa, el equipo de trabajo, cuya gestión se sustentará en los principios cooperativos, de entre los cuales la representante de Arabarren destacó la organización democrática del trabajo, la participación en la gestión y la formación continua.

Se trata, a fin de cuentas, de un proyecto único que generará numerosos puestos de trabajo y que aportará, ante todo, una mejora considerable en el bienestar social y personal de la vida de muchos alaveses, tanto de avanzada edad como con discapacidad física.

La parcela del barrio gasteiztarra de Lakua, situada en la calle Blas de Otero tras el edificio de la Ertzaintza, que hasta ahora sólo albergaba maleza, al fin será edificada. Todo ello gracias a la firma de ayer del protocolo marco inicial para la construcción y gestión del nuevo complejo residencial. “Estamos encantados de que se suscriba este acuerdo, pues es uno de los mejores solares de Gasteiz”, concluyó el diputado general de Álava.

Para Alberto Gorroñogoitia, vicepresidente de la corporación Mondragón, la residencia tiene como meta la atención, el cuidado y el agradecimiento a los alaveses de avanzada edad, otorgando así dignidad a ese momento de sus vidas.

La presidenta de la cooperativa Arabarren, Amagoia Barandiaran, aseguró que el complejo residencial de Lakua incorporará los requerimientos necesarios recogidos en el borrador del decreto de centros residenciales para personas mayores, el cual ya tiene el visto bueno del Gobierno Vasco y que aún tiene pendiente su aprobación.

El diputado general de Álava, Ramiro González, aprovechó su discurso para agradecer a las instituciones, en especial al Ayuntamiento de Gasteiz que cedió de forma gratuita el derecho de superficie del solar en el barrio de Lakua para su consiguiente edificación y posterior uso.