vitoria - Se aprovechó de su condición de entrenador de taekwondo en un gimnasio del barrio de Zaramaga, según sostiene la Fiscalía, abusar sexualmente de dos de sus alumnas cuando se desplazaban para participar en alguna competición fuera de Vitoria. Los hechos que refiere la acusación tuvieron lugar entre 2014 y 2015, y en ellos el procesado, que entonces contaba 25 años, agredió a dos de sus alumnas, de 12 y 14 años respectivamente. Se fue ganando su confianza y llegó a compartir, con ellas y con sus familias, ratos de ocio fuera de las horas de entrenamiento y torneos.
En el caso de la primera menor, el Ministerio Público recoge hasta cuatro agresiones sexuales cometidas durante los desplazamientos a competiciones en Tarragona, Pontevedra, Andorra y Guadalajara. En todos los casos, el modus operandi fue similar. El acusado se ocupaba de distribuir las habitaciones y luego accedía a la de la menor, se metía en su cama y, tras cogerle la mano, se la llevaba a sus genitales. En varias ocasiones logró que la chica llegara a masturbarle.
Con respecto a la segunda víctima, la Fiscalía hace constar dos situaciones de abuso. El primero en la localidad francesa de Boé, cuando el acusado ocupó su misma cama e intentó aprovecharse de ella sin que se registraran tocamientos, y una segunda, en Pontevedra, durante la cual el entrenador obligó a la menor a acariciarle por todo el cuerpo salvo en la zona genital. “Aprovechando los viajes en autobús a las distintas competiciones, le pedía que se sentara a su lado, le acariciaba los pies, le daba masajes en la pierna y en alguna ocasión le tocó el culo”, recoge el escrito de acusación.
El Ministerio Público considera que los hechos relatados son constitutivos de un delito de abuso sexual y de otro de abuso sexual a menor de 13 años. Por ello, pide para el acusado 8 años de prisión y que se le aplique una orden de alejamiento de las menores de cuatro y seis años, respectivamente. Además, reclama que abone a cada una de las víctimas una indemnización de 3.000 euros “por los daños morales producidos”. - A. Burdain