vitoria - La Diputación Foral de Álava ha dado por finalizados los trabajos de consolidación en el castillo de Korres, en el término municipal de Arraia-Maeztu, y en el molino de Igoroin, ubicado en el barranco del mismo nombre.
Se trata de una actuación que ha contado con la participación de los servicios de Patrimonio Histórico-Arquitectónico y de Museos y Arqueología del Departamento de Euskera, Cultura y Deporte. Precisamente, la diputada Igone Martínez de Luna y el diputado de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, acompañaron ayer al alcalde de Arraia-Maeztu, Anartz Gorrotxategi, a la visita al Conjunto Histórico declarado Bien de Interés Cultural de Euskadi.
Aunque no hay documentación que atestigüe la época exacta en la que se levantó el castillo de Corres, existen referencias escritas en el testamento de Alfonso VIII fechado el 8 de diciembre de 1204, que decía “si Dios me da salud, restituiré al rey de Navarra todo lo que tengo desde Ponte de Araniello hasta Fuenterrabía y los castillos de Buradón, de San Vicente de Toro, de Maraón, de Alcázar, de Santa Cruz de Campezo, de la Villa de Antoñana y el castillo de Atauri y de Portilla de Corres”.
Desde su abandono, el estado del castillo ha sufrido un constante deterioro hasta encontrarse en una fase de ruina progresiva. Así pues, consolidar el conjunto para evitar un mayor deterioro y conservar parte de la historia del territorio es el objetivo de este proyecto de intervención, según señalaron ayer desde la institución foral alavesa.
El molino de Igoroin, por su parte, se encuentra en pleno barranco del mismo nombre y era un molino harinero construido en 1561. El molino recogía el agua proveniente de la sierra de Iturrieta, siendo la principal razón del asentamiento de los pobladores de la ya abandonada población de Igoroin. En ambos espacios se ha colocado diversa cartelería informativa y descriptiva del valor histórico-arquitectónico de ambos bienes culturales. - DNA