Vitoria - La renovación de la plaza Santa Bárbara y su entorno va a asistir a lo largo del próximo mes de julio a uno de los trabajos más espectaculares con la colocación y montaje de la estructura de la gran pérgola bajo la que se ubicarán los puestos de los productores locales. Las previsiones que se manejan dentro del plan de obra sobre el desarrollo de esta tarea, estiman que para antes de las jornadas festivas de La Blanca ya pueda estar totalmente rematada y a disposición de todos los vitorianos durante esos días. Resta todavía por determinar la fecha en la que los 32 productores locales podrán exponer y ofrecer sus viandas al cobijo de esa gran estructura en los mercados de cada jueves y sábado abandonando el provisional emplazamiento en la contigua plaza del Lehendakari Leizaola.

Uno de los pilares del proyecto Bost Enparantza reserva para Santa Bárbara la colocación de este elemento que ha de servir para potenciar el tránsito de personas y dinamizar la actividad comercial. Se pretende crear y generar un ir y venir de vitorianos por ese punto en su caminar desde la zona de Judimendi y Los Herrán hacia rincones más céntricos como las plazas de los Fueros o Virgen Blanca.

El soporte de pies metálicos se colocará longitudinalmente en la calle Postas y de forma paralela a los bloques de viviendas, sobre lo que durante años ha sido la calzada de circulación de los vehículos. La gran estructura tendrá 80 metros de largo, 10 de ancho y cuatro de largo. Sobre los postes metálicos se colocarán unas lonas blancas a modo de toldo que prestarán la protección del sol y la lluvia para que vendedores y clientes estén a resguardos de las inclemencias meteorológicas. Está pensada para albergar hasta un total de 48 puestos de todo tipo, aunque en la actualidad son únicamente 32 las licencias concedidas a los vendedores en el mercado ya existente. Al igual que ocurre con la pérgola de Sancho El Sabio, contará con un sistema de iluminación led de bajo consumo, con luces que podrán ser fijas o cambiar de color en días especiales, como sucede ya en la Virgen Blanca, los Arquillos o Sancho el Sabio y en las figuras que rodean al templete en La Florida.

Desde el mes de octubre que entraron las máquinas y los operarios en la zona, los trabajos se han venido centrando en primer lugar en el tramo de la calle Postas. Ha desaparecido la amplia acera y se han suprimido los estacionamientos a ambos lados de la calle para crear una amplia zona peatonal, que ya luce su adoquinado gris y está transitable para los peatones a pleno rendimiento desde este mismo mes. Esta cambio en el aspecto de la calle va a repercutir de manera negativa en la supresión de los huecos y plazas destinados al estacionamiento de los vehículos para residentes y visitantes ocasionales. Las obras conllevan la desaparición de 126 huecos para el estacionamiento, de los que casi la mitad estaban ubicados en la calle Postas. En planos que han podido contemplarse desde que se conoció esta actuación, los 56 estacionamientos de esta arteria desaparecen en su totalidad al convertirla en una calle peatonal por completo y libre de la presencia de vehículos. Además de las plazas que van a dejar de existir en la calle Postas, todo el entorno de Santa Bárbara se va a ver afectado por las dificultades para estacionar un vehículo. En la calle lateral, la más cercana a El Corte Inglés, este diario llegó a contar antes del inicio de obras un total de 34 vehículos estacionados en batería, incluidas tres plazas de discapacitados. Los planos mantienen un carril de circulación por esta arteria, y marcan la existencia de cinco plazas, ubicadas junto a la actual puerta de recepción de mercancías del establecimiento.

Los trabajos ya se han extendido a otra calle como Doce de Octubre al centro de la antigua plaza de Santa Bárbara con técnicas para aislar y evitarlas humedades en el estacionamiento subterráneo. Los avances ya son palpables en Doce de Octubre con la colocación del pavimento gris para los peatones, mientras en la zona de la plaza se generará después una zona con grandes bancos corridos, juegos infantiles y una serie de fuentes incrustadas en el suelo. Todo ello con un diseño radicalmente opuesto a los vericuetos de la vieja configuración y que suponían para los peatones realizar una gyncana para atravesarla.