VITORIA - El programa piloto de cribado poblacional de cáncer de cérvix llegará a Álava el último trimestre de este año y se extenderá a todo Euskadi en 2019. Se trata de un proyecto que pretende reducir los casos de cáncer de cuello de útero por medio de la detección precoz y, desde Osakidetza se invita a todas las mujeres de entre 25 y 29 años a participar. Se espera que el programa piloto esté completamente implantado para 2023 e incluya a todas las mujeres de entre 25 y 65 años. Así lo anunciaron durante el fin de semana el lehendakari, Iñigo Urkullu, y Jon Darpón, consejero de Salud, en el centro de salud de Deba.
El cribado de cáncer de cérvix consiste en una única recogida de muestra que se deposita en un medio líquido. Una vez reunida la muestra, el laboratorio puede analizar las células (citología) y la presencia de virus de VPH de alto riesgo, agente causal de casi todos los casos de cáncer de cuello de útero y de sus lesiones.
Osakidetza dio comienzo a la prueba con el envío de las primeras invitaciones, con cita a partir del 28 de este mes, a mujeres de entre 25 y 29 años en Debabarrena. Según Urkullu, el aumento generalizado de la supervivencia del cáncer en Euskadi está por encima de la media del Estado, e incluso de la media europea. Osakidetza y el Departamento de Salud “seguirán apostando” por la prevención y el diagnóstico precoz, además del acceso a dichos programas, aseguró el lehendakari. Eliminar las posibles desigualdades existentes para aumentar las tasas de supervivencia es otro de los objetivos de ambos organismos.
El modelo oportunista (se aprovecha que la paciente acuda a la consulta para realizarse la prueba) de programa poblacional, impulsado de forma organizada por el País Vasco, se realizará de manera sistemática y mediante una invitación individual a cada mujer para acudir a hacerse la prueba. Durante los próximos cinco años habrá diferentes fases de implantación que tratarán a mujeres de variadas franjas de edad (de 25 a 29, de 30 a 34, de 35 a 44, de 45 a 54 y de 55 a 65 años). La primera fase piloto abarcará a las ciudadanas de Debabarrena y, a partir de ahí, se extenderá durante el próximo año a todo Euskadi, según las distintas fases.
Finalmente, siempre que los resultados estén dentro de la normalidad, las rellamadas para realizar la prueba tendrán una periodicidad de tres años para las mujeres de entre 25 y 34 años. Para mujeres de 35 a 65 será de cinco años. - DNA / Foto: Efe