araceli - La Cuadrilla de Ayala, de la mano de la Red de Semillas Euskadi, acaba de culminar la primera fase de prospección llevada a cabo para la identificación de variedades frutales y hortícolas locales en los cinco municipios. Los resultados han sido “muy positivos”. No en vano, se han contabilizado e identificado 50 variedades de planta de huerta y 99 variedades de árboles frutales, gracias a la colaboración de diez informantes de Llodio, Amurrio, Ayala, Artziniega y Okondo.
Para dar a conocer el estudio realizado se van a celebrar diversas sesiones. La primera, dirigida a personas del sector primario, tendrá lugar a las 19.00 horas de mañana en el salón multiusos del Ayuntamiento de Ayala, en Respaldiza. La segunda sesión, dirigida a la ciudadanía en general, va a tener lugar el jueves, también a las siete de la tarde, en la casa de cultura de Llodio.
La Cuadrilla de Ayala prevé avanzar los próximos meses en la identificación de posibles vías de conservación de este patrimonio biocultivado ayalés a través de la localización de personas interesadas en esta materia que pudieran ejercer la labor de “guardianes” de las variedades identificadas.
En la comarca de Ayala, el cultivo frutal ha estado siempre ligado a los caseríos. Las plantaciones rodeaban la casa rural o se situaban en los márgenes de las fincas agrícolas, con gran mezcla de variedades, según los gustos de cada familia. Eran especies adaptadas a las condiciones locales, muy sabrosas, que fueron la base de la producción frutícola de los caseríos pero que, hoy en día, se encuentran en peligro de desaparición por el abandono de los núcleos rurales y la implantación de variedades no autóctonas. En este sentido, en 2010, la Red de Semillas de Euskadi ya impulsó un proyecto de conservación y recuperación del patrimonio frutal en la comarca ayalesa, que tuvo como resultado la prospección, caracterización y multiplicación de 189 especies de árboles frutales propias de la comarca.
Además, la entidad organizó un ciclo de charlas informativas por los municipios y mantuvo contactos con los agricultores y personas de avanzada edad para recopilar información sobre ubicaciones físicas, características, usos, costumbres, curiosidades y cultura asociada, a fin de poder reconocer y, en su caso, multiplicar las variedades locales y de interés.
Esa labor de documentación y divulgación prendió en algunas administraciones locales de la zona, como Amurrio, que en 2012 aprovechó la celebración del Zuhaitz Eguna para promover la conservación y recuperación de frutales autóctonos.