la puebla de arganzón - La fiesta de las ikastolas, el Araba Euskaraz 2018, cedió ayer todo el protagonismo a la localidad de La Puebla de Arganzón, donde una auténtica marea humana procedente tanto de Vitoria como de otros puntos del territorio mostró su apoyo a la ikastola de la localidad, así como al modelo de educación en euskera que no recibe ningún tipo de apoyo de las autoridades de la Junta de Castilla y León, de quien depende políticamente este municipio ubicado en Trebiño. La Puebla de Arganzón se había ido preparando para este acontecimiento con el apoyo del Ayuntamiento y, especialmente, de los numerosos voluntarios y voluntarias que desde muy temprano fueron ocupando sus destinos en las campas y calles para organizar la llegada de entre casi 20.000 personas. La Guardia Civil se encargó de regular el tráfico y de sobrevolar La Puebla durante el acto de inauguración con un helicóptero, mientras los voluntarios fueron acomodando los vehículos en las campas que se habían habilitado, ya que entrar en el pueblo con coche era completamente imposible.

En las zonas de entrada de peatones se instalaron los puntos de entrega de información a los visitantes y a partir de ahí se habían organizado tres zonas bien diferenciadas, Por un lado la propia ikastola, en el centro de la localidad, donde se desarrollaron los actos de inicio de la fiesta, así como varios espacios de talleres para que los más pequeños pudieran disfrutar de actividades con la seguridad de estar bien acogidos y con monitoras, así como un enorme escenario donde se celebraron conciertos, al igual que en otras zonas.

lleno en las carpas La segunda zona de actividades estaba comprendida por varias calles y plazas, entre la ikastola y las campas del Zadorra. Allí se instalaron numerosos puestos y también muchas zonas de juegos para los equipos llegados de otras ikastolas, También en ese espacio estaba el frontón, donde se jugaron varios partidos, y la plaza del Ayuntamiento, que acogió varias erronkas protagonizados por chicas y chicos que lucían camisetas identificativas.

Finalmente, las campas del Zadorra fueron el desahogo para miles de personas, muchos de ellos jóvenes. Buena parte de los visitantes llenaron las carpas de actividades de todo tipo y de toda clase de entidades y las zonas de conciertos, donde también otros muchos compartieron comida y refrigerios. En ese espacio hubo dos grandes áreas de actividades, separadas por un gran terreno donde los globos pudieron hincharse y sobrevolar el lugar.

Para saciar el apetito de los miles de visitantes, se instalaron varias txosnas en todos los espacios, menos en la ikastola, pero los establecimientos hosteleros de la localidad no tuvieron queja ya que estuvieron a tope durante toda la jornada. Afortunadamente, el tiempo acompañó a las actividades, y aunque nublado casi todo el día, la lluvia no hizo aparición, lo que contribuyó al éxito de asistencia. El año que viene, la Ikastola Armentia tomará el testigo para celebrar en Gasteiz el Araba Euskaraz 2019.

Voluntarios. Los voluntarios fueron acomodando los vehículos en las campas que se habían habilitado a la entrada de la localidad, incluso un kilómetro antes, ya que entrar en el pueblo con coche era imposible.

Tres áreas. La fiesta contó con tres grandes áreas: la ikastola, donde se llevó a cabo el acto institucional y los talleres infantiles, las calles convertidas en mercadillos y las campas del Zadorra para las erronkas y conciertos.

Tercera edición. Era la tercera ocasión que la ikastola de Argantzon celebraba el Araba Euskaraz. Anteriormente lo hizo en los años 2001 y 2007.

Asistencia. La Puebla de Arganzón se ha ido preparando para este acontecimiento con el apoyo del Ayuntamiento y, especialmente, de los voluntarios que desde muy temprano fueron ocupando sus destinos en las campas y calles para organizar la llegada de los asistentes. Finalmente fueron casi 20.000 personas las que se acercaron a la localidad para disfrutar del Araba Euskaraz.

Futura ikastola. La celebración de ayer sirvió para recaudar dinero para construir una ikastola en Manzanos. La idea sería construir una ikastola de unos 400 o 500 metros cuadrados, con un total de cuatro aulas de momento, con gimnasio, cocina, servicios y patio, con el objetivo de seguir impartiendo educación infantil, así como educación primaria.

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Son los alumnos de Infantil, junto a siete profesores a tiempo parcial, que conforman la comunidad escolar de esta ikastola.