laguardia - Si no surgen contratiempos, a partir de ahora, será el Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja quien marque cada año la fecha para el cómputo del envejecimiento de los vinos, que hasta ahora estaba fijado de manera inamovible el 1 de octubre para la crianza en barrica y botella y el 1 de diciembre para el envejecimiento en barrica de roble.

La decisión la adoptó el Pleno del Consejo el 9 de febrero, pero no fue hecha pública, aunque sí comunicada a las comunidades autónomas vasca, riojana y navarra, que no han puesto reparos a esa decisión, por lo que, tras ser informado el Ministerio de Agricultura, la pasada semana se publicó el anuncio de este acuerdo en el BOE por si existiera alguna alegación por parte del sector o de cualquier otro afectado. Pasado este trámite, se enviará el acuerdo a la Comisión Europea para su ratificación. Según explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el director general del Consejo Regulador, José Luis Lapuente, tras los cambios acometidos en el pliego de condiciones de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Rioja, se hacía necesario avanzar en otros aspectos que están ocasionando algunas dificultades en el trabajo de los criadores de vinos. Uno de estos aspectos era la incertidumbre en torno a la vendimia, que ya se hizo visible en la campaña de 2017, que llegó muy adelantada y ocasionó numerosas consultas de los elaboradores de vino sobre la fecha del comienzo para envejecer los vinos.

En el pliego mencionado, en el apartado 3C, se establece que la crianza se efectuará en las bodegas inscritas en el registro de bodegas de crianza durante, al menos, dos años naturales a contar desde el 1 de octubre del año de la cosecha de que se trate. Los vinos se someterán al sistema tradicional mixto de envejecimiento en barrica de roble de 225 litros de capacidad, aproximadamente, de forma continuada y sin interrupción durante un año, como mínimo, para los vinos tintos y durante seis meses, como mínimo, para los vinos blancos y rosados, seguido y complementado con envejecimiento en botella. El inicio del cómputo del período de envejecimiento de los vinos en barrica no podrá contabilizarse, en ningún caso, antes del día 1 del mes de diciembre del año de la cosecha.

Estas fechas, además, también condicionan los siguientes procesos, los de los reservas y grandes reservas, razón por la que el Consejo Regulador decidió eliminar la rigidez de la fecha establecida que, a partir de ahora, será fijada por el Pleno de acuerdo con las características de cada vendimia, con el fin de facilitar la gestión en las bodegas.

La decisión del Pleno del Consejo Regulador del Rioja llegó el 14 de febrero a la Dirección de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, y fue remitida el 28 de febrero de 2018 a las tres comunidades afectadas para que emitieran informe sobre reparos. El departamento ministerial confirmó que se había recibido informe favorable a la propuesta por parte de Euskadi, el 6 de marzo y Navarra, tres días después. Tras ello, se convocó el 20 de marzo a los miembros de la mesa de coordinación de Calidad Diferenciada afectados territorialmente para una votación telemática, con fecha límite de 23 de marzo. Y se acordó, por mayoría, informar favorablemente sobre la continuación del procedimiento de tramitación de la solicitud. El siguiente paso fue el 8 de junio, cuando el BOE publico el anuncio de esta intención del Consejo y se abrió un plazo de dos meses para presentar alegaciones ante el Ministerio de Agricultura.

Buena salud en los viñedos Por su parte, el viñedo de Rioja Alavesa se encuentra en estos momentos en plena vegetación, con un ligero retraso de unos 15 días y sin manchas de mildiu, que sí se han localizado en otras zonas. Rioja Alavesa mantiene así un “buen estado las viñas, sin incidencias importantes” gracias a su peculiar climatología, mientras que en La Rioja ya han comenzado a localizarse algunas marchas de mildiu.

El buen estado del viñedo lo confirmó hace unos días el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, en unas declaraciones en Labastida, al mismo tiempo que el Servicio de Viticultura de la Casa del Vino de Laguardia ofrecía un primer avance de la campaña de este año.

Según este servicio, la campaña vitícola 2017-2018 comenzó seca, con lluvias muy por debajo de las habituales en los meses de octubre y noviembre, lo cual ya generó un déficit de precipitaciones de más de 100 litros en estos dos meses de otoño, que son habitualmente lluviosos en la zona. Es a partir de diciembre cuando la situación se normaliza y una serie de borrascas continuas durante todo el invierno irrumpen y traen abundantes precipitaciones en forma de agua y nieve. El invierno ha sido, pues, húmedo y frío.

En cuanto a la poda, este año ha sido realmente “complicada” debido a la helada de abril de la campaña pasada, que afectó a buena parte del viñedo alavés. Por ello, han sido necesarios tratamientos distintos a cada una de las cepas, en función de su naturaleza y de los efectos de la helada. Los costes, en este sentido, se han multiplicado al requerir mayor dedicación por hectárea y podadores “más expertos”. Las precipitaciones abundantes del invierno tampoco han favorecido esta labor, que es la más especializada del viñedo.

Al mes de abril se llegó con nieve abundante en las cumbres y una precipitación acumulada de unos 300 litros y a ello se añadieron las precipitaciones de mayo, dentro de los límites normales, con temperaturas o frías o muy altas. En cuanto a plagas y enfermedades, de momento, la incidencia de trips y araña amarilla ha sido baja, desgranan los técnicos.