vitoria - La concatenación de hechos desafortunados arrancó a las 19.42 horas del pasado 8 de marzo. Un conductor que había consumido alcohol y fármacos, concretamente benzodiacepinas, chocó con un turismo, arrastró una motocicleta, abandonó el lugar, y cuando la Policía Local de Vitoria le localizó y trasladó al Hospital de Santiago, trató de orinar sobre los agentes y enseñó los genitales a una señora que se encontraba en la sala de espera, estancia que acabó llenando de escupitajos. El Juzgado de lo Penal número 2 ha emitido una sentencia por la que le impone una multa de algo más de 2.000 euros.

El hombre pilotaba un Audi A4 por la calle Aldabe de Vitoria y lo hacía de una manera un tanto errática, según el atestado de la Policía Local,. Tanto era así, que acabó colisionando por alcance contra un Volkswagen Tiguan. El conductor del vehículo golpeado se sintió tan intimidado que abandonó a toda el lugar del siniestro por miedo a ser embestido de nuevo. Acto seguido, avanzó por la misma calle hasta que golpeó la rueda trasera de una motocicleta Honda NC750 que se encontraba detenida en un paso de cebra para dejar cruzar a los peatones. El piloto se apeó y caminó hacia él para pedirle explicaciones, momento en el que el acusado aprovechó para dar marcha atrás, coger impulso y embestir de nuevo la motocicleta. En esta segunda ocasión, la arrastró varios metros por el suelo y abandonó el lugar. La moto sufrió daños en todo el lateral izquierdo, rueda trasera, baúl y caja de cambios.

Cuando los agentes municipales llegaron al lugar, informaron al acusado de sus derechos y le pidieron que se sometiera a una prueba de alcoholemia, lo cual aceptó voluntariamente. Los resultados del test arrojaron 0,25 y 0,22 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. A continuación, la patrulla le pidió que realizara un análisis de orina para comprobar si se encontraba bajo la influencia de sustancias tóxicas. Igualmente aceptó, por lo que le acompañaron al Hospital de Santiago. Ante el resultado de la prueba de alcoholemia, inusualmente bajo para su estado, los policías sospechaban que había consumido algún tipo de droga. Así, señalaron en su atestado que el hombre mostraba síntomas de embriaguez y que tenía el rostro congestionado, la mirada perdida, los ojos apagados, el habla torpe, olor a alcohol, deambulación lenta y actitud desafiante y provocadora.

El resultado de la prueba practicada en el centro hospitalario reveló la existencia de benzodiacepinas en el organismo del acusado. El individuo se mostró agresivo durante todo el tiempo que permanecieron en el lugar, tratando de orinar y escupir a los guardias municipales. Además, la sentencia señala que “trató de autolesionarse, mostró sus genitales tanto a los agentes como a una señora que se encontraba en la sala de espera y llenó de escupitajos la sala de espera”.

El magistrado considera que el acusado es autor responsable de un delito contra la seguridad vial, y le impone una multa de 9 meses a razón de una cuota diaria de 8 euros, lo cual hace un total de 2.160 euros. Además, le prohibe conducir vehículos a motor durante dos años y le impone el abono de las costas procesales.

años. El juez considera que el acusado cometió un delito contra la seguridad vial y le retira el carné de conducir durante un periodo de dos años.