navaridas - Un tiempo muy agradable acompañó ayer la celebración de la VI Feria Histórica del Vino que se llevó a cabo en Navaridas, tras el avance de actividades y degustaciones realizado el sábado en Vitoria. En ambos casos, la presencia de vecinos y visitantes fue muy numerosa, con lo que los organizadores han cargado las pilas para seguir con esta iniciativa y para sorprender a todos en cada nueva edición.
La fiesta comenzó con un aurresku en honor a las autoridades y visitantes interpretado por miembros del grupo de danzas de Navaridas y a continuación se accedió a la sala grande del multiusos para asistir al acto de inauguración. Hubo intervenciones del alcalde, Miguel Ángel Fernández; de la gerente de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, María Jiménez, y de la diputada de Turismo, Comercio y Empleo, Cristina González, con la proyección de vídeos instituciones, así como otro del Gobierno Vasco, y la del diputado general de Álava, Ramiro González.
El máximo representante foral recordó que “hace unas semanas acudíamos a la feria Prowein, en Dusseldorf, la feria más importante del vino de Europa. Allí había miles y miles de referencias, miles de vinos diferentes, cientos de denominaciones de origen. Y Rioja Alavesa tenía su espacio. Si queremos que Rioja Alavesa tenga ese espacio y que sea cada vez mayor, en un mundo tremendamente competitivo, difícil, hay dos requisitos fundamentales: la calidad, que la tenemos de sobra, y la diferenciación, que se nos pueda distinguir. En ese camino es en el que se está avanzando y que están siguiendo las bodegas de Rioja Alavesa y ese es el buen camino”. Insistió en la importancia de vender imagen y puso como ejemplo esta feria histórica como un elemento dinamizador e importante para promocionar los vinos. Tras sus palabras accedieron al escenario componentes del grupo de teatro Los Cómicos, de Navaridas, parodiando al presidente Lincoln y a su esposa y narrando una síntesis de cómo nacieron los primeros vinos americanos y a su término accedió al escenario el pregonero de la feria.
Julian Iantzi hermanó los vinos de Rioja Alavesa y California porque “Donald Trump no podía venir por problemas de agenda y dijo que tenía que venir el californiano y como Schwarzenegger ya no está y tiene que ir alguien de la farándula, que vaya Julian”, bromeó. Recordó que su padre fue “uno de esos pastores de ovejas, que no predicador, que estuvo 23 años trabajando en Estados Unidos y por eso los tres hermanos nacimos allí. Yo vine a Euskadi con ocho años. Y sí que me acuerdo de los vinos de California, y aunque no sé si soy un buen embajador de California, se vive bien, es bonita, plural, muy grande y tengo buenos recuerdos. Yo de chaval era muy salvaje, muy loco y sigo estándolo, y me llamaban superboy, no tenía miedo, no sentía dolor, y no quería ir al médico nunca. Siendo un macaco mis padres no conseguían llevarme al médico hasta que descubrieron la manera de hacerlo y era que si me llevaban a comer una hamburguesa y a ver una película de mexicanas, entonces iba al médico. Ahora, con 51 años les diría que con un par de vinos de Rioja y una película de mexicanas, también lo haría”. Con su habitual atropello y gracia siguió contando que “recuerdo el tema del vino en la euskaletxea de California y hay una historia que me recuerda mi madre, porque yo la olvidé”. Y es que, “mi primera castaña fue con vino de Rioja”. Recordó que el origen del vino californiano es porque “los curas de aquí (refiriéndose a Junípero Serra) a la hora del trago no se llevaron sirope, sino vino. Entonces les mandaban a hacer las Américas con su vino, pero se acababa y entonces dijeron que había que montar allí una viña”.
Tras sus palabras, todos los asistentes se desplazaron, encabezados por la txaranga de Salinas de Añana, hasta el frontón, para degustar los caldos y comer patatas con chorizo. Mientras, en el salón multiusos comenzaron las catas de los vinos californianos y de Rioja Alavesa dirigidas por enólogos. Para Miguel Ángel Fernández, alcalde de Navaridas, “ha sido una feria extraordinaria, ya que la respuesta ha sido fantástica, porque la gente tiene ganas de conocer otras cosas y otros vinos. Esta fiesta de Navaridas ha quedado ya arraigada”, señaló.