Vitoria - La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, destacó, por su parte, la importancia de la sensibilización social para evitar barreras y mejorar la vida de las personas con discapacidad. La consejera participó ayer en Vitoria en la XIII Carrera de Cascabeles organizada por la ONCE, en la que los participantes se ponen en la piel de las personas ciegas y corren durante un kilómetro con un antifaz, guiados del brazo por otra persona.
Explicó la consejera que experiencias como estas permiten percibir lo que una persona invidente o con discapacidad visual siente en su actividad cotidiana, lo que mejora la comprensión hacia ellas. “Las actividades de sensibilización fomentan actitudes positivas y solidarias basadas en el respeto a la diversidad y evitan la aparición de barreras a la participación social y al aprendizaje”, señaló Artolazabal. Destacó, asimismo, la capacidad de las personas invidentes y el trabajo que realiza la ONCE.
La carrera se desarrolló en la calle San Prudencio, a la altura de la plaza del Arca y en ella participaron decenas de ciudadanos dispuestos a ponerse en la piel de los invidentes. En la prueba, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava, el Gobierno Vasco, la Fundación Vital, Coca Cola y Artepan, participaron a ciegas entre otras autoridades, Beatriz Artolazabal, consejera de Políticas Sociales del Gobierno Vasco; Pilar García de Salazar, teniente de diputado general; Nerea Melgosa, concejala de Convivencia y Diversidad, y Antonio Sáenz de Santa María, subdelegado del Gobierno en Álava, corriendo en parejas con los representantes de la ONCE en Euskadi. Una vez finalizada la prueba, ONCE otorgó el Cascabel de Oro de este año a Corazones Sin Fronteras.